La universidad de Antioquia aprobó su presupuesto general para 2026 y dentro de este incorporó un “apretón” al gasto, de manera que no serán, como se había dicho en algunos círculos, de casi dos billones de pesos, sino de $1,77 billones.
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Una semana atrás, el Ministerio de Educación le había escrito una carta al rector del claustro, John Jairo Arboleda, conminándolo, entre otras cosas, a que le presentara en un plazo perentorio de dos días un plan de ajuste severo con el fin de superar la crisis financiera que pasa la institución. Además, que este se viera reflejado en la proyección de gastos del año venidero.
Luego, el rector Arboleda y el secretario general de la U. de A., David Hernández, expidieron el pasado 16 de diciembre una resolución acogiendo esos lineamientos.
Y fue esta misma fecha cuando el Consejo Superior Universitario se reunió para darle segundo y definitivo debate al presupuesto 2026, tasado en $1777.420 millones y con las transferencias internas asciende a $2.095.154 millones, según informó la alma máter en un comunicado.
El monto, sin transferencias internas, comparativamente con el presupuesto general del 2025, tuvo una variación de apenas 0.29 %, o sea muy por debajo de la inflación proyectada.
“En la construcción presupuestal se priorizaron las estrategias de optimización de recursos, racionalización del gasto y generación de ingresos sostenibles, fortaleciendo así la gobernabilidad financiera y la estabilidad institucional a mediano y largo plazo”, indicó la jefa de la División de Gestión Financiera de la U. de A., Marta Milena Ochoa.
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Las fuentes de ingreso de la U. de A.
El dinero de la Universidad proviene de seis fuentes básicas: los fondos generales; el fondo de estampillas, devolución de IVA e inversión de ley 30 de 1992; los fondos especiales; el fondo del Programa de Salud (PSU), el fondo de pensiones y el fondo de bienestar universitario (FBU).
Tal vez los más importantes son los fondos generales, de donde salen la mayoría de los gastos de funcionamiento. Para este ítem para 2026 la institución proyecta destinar $884.070 millones.
De estos, tienen especial relevancia los fondos generales, pues con ellos se cubre la mayor parte de lo presupuestado como gastos de funcionamiento, incluido el pago de personal (administrativos, docentes y no docentes). Para el 2026 se proyectaron $884.070 millones para ese ítem que proviene de los aportes de la Nación ($718.932 millones), más $62.721 millones del departamento.
A lo anterior se añaden los recursos de la estampilla Universidad de Antioquia y otros ingresos de fondos especiales que provienen de ejecución de convenios, venta de bienes y servicios derivados del cumplimiento de los ejes misionales de la alma máter.
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La jefa financiera explicó que la universidad continuará explorando alternativas para la reducción de sus gastos. “Esas alternativas demandan análisis más robustos para su posible aplicación”, apuntó.
El proceso de formulación presupuestal se desarrolló de manera participativa a partir de la intervención de las unidades académicas y administrativas. «El proceso presupuestal guardó coherencia entre la planeación interna de las unidades, las recomendaciones de la Comisión de Asuntos Financieros y la propuesta consolidada que se presenta al Consejo Superior Universitario, de tal forma que se garantice la trazabilidad y consistencia técnica del documento final», declaró la jefa de la División de Gestión Financiera.
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El primer debate sobre este presupuesto se dio el 9 de diciembre pasado y el segundo y definitivo tuvo lugar el pasado martes 16, ya con la presión del ultimátum que había enviado el Gobierno Nacional para que se establecieran mecanismos de control al gasto.
“En 2026, periódicamente y de manera individualizada, se llevará el control y seguimiento del presupuesto aprobado a cada dependencia. Así mismo, se mantendrán informados de la ejecución presupuestal el CSU y el consejo académico”, anunció Ochoa.
No obstante, los directivos de la principal universidad pública antioqueña han señalado que más allá de los ajustes, las entidades de educación superior requieren de una reconfiguración de su presupuesto, ya que por la Ley 30 de 1992 los aportes de la Nación se calculaban de acuerdo con el aumento del IPC, generando así un déficit creciente año a año, pues la canasta de gastos universitarios aumenta a un ritmo mayor. Por eso, la modificación a esta norma, aprobada por el Congreso esta semana, en la cual se definen las transferencias nacionales a los costos reales, genera esperanzas.
Bloque de preguntas y respuestas
- ¿Por qué la U. de Antioquia ajustó su presupuesto?
- Porque el Ministerio de Educación exigió un plan de ajuste para enfrentar la crisis financiera de la institución y mejorar el control del gasto.
- ¿El presupuesto de 2026 crece frente a 2025?
- Sí, pero solo un 0,29 %, muy por debajo de la inflación proyectada, lo que reduce su capacidad real de gasto.
- ¿Cuál es el mayor gasto de la Universidad?
- Los gastos de funcionamiento, especialmente el pago de personal docente y administrativo, financiados principalmente con fondos generales.