Al cumplirse una semana del ataque contra el senador y precandidato, Miguel Uribe Turbay, su familia no deja de confiar en que los procedimientos médicos que ha recibido en la Fundación Santa Fe y un milagro obren sobre su condición de salud.
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Los partes médicos diarios que son publicados por la institución dan una leve esperanza sobre una mejoría en su estado; sin embargo, sigue manteniéndose en una condición crítica tras ser baleado, el pasado sábado 7 de junio, en una concentración en el barrio Modelia, occidente de Bogotá.
Su esposa, María Claudia Tarazona, y su hermana, María Carolina Hoyos, han expresado públicamente su agradecimiento por las expresiones de afecto que han recibido en este difícil momento y que les ha permitido mantener la fe en la recuperación del político de 39 años.
Es tal la esperanza de su familia que han recurrido a pequeños actos para que la fe que tienen actúe en él. Eso fue lo que ocurrió con una curiosa petición que hizo la abuela del senador, Nydia Quintero de Turbay, antes de enterarse de lo que le había sucedido a su nieto.
La hermana mayor de Uribe Turbay, quien asumió un rol de madre tras el asesinato de Diana Turbay, también habló de la devoción que su familia tiene por San Chárbel, un santo popular entre los católicos maronitas y al que también se encomienda el neurocirujano Fernando Hakim, quien trata al senador en la Fundación Santa Fe.
De hecho, reveló que, cuando pudo ver a su hermano en la institución, le aplicó un aceite de San Chárbel que había traído del viaje que estaba haciendo en España cuando se enteró del ataque.
En algunas culturas, el uso de un trapo blanco puede simbolizar un escudo frente a hechos catastróficos y también un pedido de auxilio y protección.