Dos niñas británicas quedaron huérfanas cuando el avión de Air India se estrelló, ya que su padre, que había viajado a la India para esparcir las cenizas de su madre, murió en el accidente mientras iba de regreso al Reino Unido.
Arjun Patoliya había viajado a la India para cumplir con los rituales funerarios y esparcir las cenizas de su esposa Bharti, fallecida unas semanas antes. Estaba regresando a su casa, en el Reino Unido, donde quedaron sus dos hijas de cuatro y ocho años, cuando el avión se estrelló.
"El esposo fue a realizar los ritos en India y al regresar estaba a bordo del avión. Deja a dos niñas pequeñas huérfanas", declaró Anjana Patel, alcaldesa del distrito londinense de Harrow, durante una vigilia multiconfesional en homenaje a las víctimas del accidente aéreo del jueves.
En total, 279 personas —incluidos pasajeros, tripulantes y personas en tierra— murieron cuando un Boeing 787-8 Dreamliner con destino Gatwick, en el Reino Unido, se estrelló en el este de India poco después del despegue.
Los peritos analizan sobre todo si el 787 presentó problemas en el empuje de los motores, o en sus “flaps” (los dispositivos aerodinámicos ubicados en las alas que permiten que el avión vuele a bajas velocidades).
Así mismo prestan especial atención al hecho de que uno de los trenes de aterrizaje de la aeronave habría permanecido desplegado durante el despegue y posterior caída del avión. Según se ha sabido dichas conclusiones de los estudios podrían tomar cerca de tres meses.