La presencia del Ejército fue reforzada en el casco urbano de Briceño, en el norte de Antioquia, después de la fuerte alteración del orden público que se registró en los últimos días, con asonada incluida.
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Tras los acontecimientos sucedidos, por las calles se ven soldados y policías patrullando, lo mismo que apostados en las esquinas estratégicas para mantener el control de la población.
El martes pasado, en el corregimiento Travesías, ubicado aproximadamente a media hora en carro desde la zona central del municipio por carretera pavimentada que conduce hacia el complejo energético de Hidroituango, las tropas del Ejército habían capturado a dos presuntos integrantes de las disidencias de las Farc, pero cuando los uniformados se encontraban a la espera de que llegara un helicóptero para evacuarlos del área, un grupo de aproximadamente 200 personas los rodearon y les exigieron que los liberaran.
Una fuente de este territorio contó que las disidencias habrían obligado a la comunidad a que realizara esta intervención, como ya lo han hecho en otras ocasiones en la zona del norte de este departamento.
“Eso fue como a las 6:30 o 7:00 de la noche. Uno de los disidentes era conocido como Pirry, como que se dedicaba a transportar alimentos para esos grupos desde el casco urbano, del otro no sé”, le dijo a este medio un habitante de Briceño quien indicó que no hubo ningún enfrentamiento entre los pobladores y los uniformados porque estos últimos accedieron a la demanda que les hicieron.
La versión también da cuenta de que un día antes, después de la noche, en la zona urbana, el Ejército había aprehendido a otros dos integrantes de las disidencias y que uno de los capturados era reconocido como “El Gordo”.
No obstante hay algo confuso, porque en un comunicado de el Comando de las Fuerzas Militares, reportó a “el Gordo” como capturado en Travesías.
También según esta publicación, habría sido aprehendido igualmente alias ‘Tatareto’, quien tendría una trayectoria superior a una década dentro de esa estructura delincuencial realizando actividades relacionadas con intimidación, extorsión y control territorial en varios municipios. Sería segundo cabecilla del frente 36 que en esa zona está al mando de alias “Primo Gay”.
“El Gordo”, por su parte, estaría bajo órdenes de “Tatareto” y presuntamente llevaba seis años en la organización armada ilegal.
Ambos estarían presuntamente vinculados con los desplazamientos forzados ocurridos en el municipio de Briceño, donde también fue asesinado un campesino que había regresado a su finca para alimentar su ganado.
Este hecho se refiere al éxodo desde 23 veredas que comenzó el 18 de octubre pasado y se prolongó por diez días. “Fueron 2.105 personas las que salieron de sus casas, pero luego regresaron de manera voluntaria, aún sin que las autoridades certificaran que había condiciones de seguridad para hacerlo”, dijo un funcionario de la Alcaldía que pidió omitir su nombre.
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