Supermú se convierte en el renacer de La Vaquita en Antioquia, con una apuesta por lo “súper” en lo cotidiano.
Después de 27 años de historia como La Vaquita, uno de los supermercados más queridos por los antioqueños, una de las dos sociedades que compartían esta emblemática marca da un paso firme hacia la transformación.
Inversiones Supervaquita La 33 presentó hace algunas semanas su nueva identidad: Supermú, un cambio que busca conectar con las nuevas dinámicas del consumidor sin abandonar la esencia del servicio cercano y los buenos precios que la caracterizan.
Juan Gabriel Ángel, gerente de Inversiones Supervaquita La 33, explicó a EL COLOMBIANO que el cambio de nombre responde a una evolución en la propuesta de valor, alineada con las expectativas del consumidor actual: más exigente, informado y con hábitos de compra distintos a los de hace dos décadas.
“Supermú integra los mejores precios con una experiencia de compra enriquecida, donde la variedad, la frescura y los pequeños momentos cotidianos son protagonistas. Queremos que nuestros clientes sigan sintiéndose como en casa, pero con una experiencia más completa y memorable”, afirmó Ángel.
Los cambios en el comportamiento de compra —como la reducción en la frecuencia de visitas, la planificación de compras, el foco en categorías esenciales como carnes y frutas, y el creciente uso de canales digitales— impulsaron la necesidad de renovar una marca con historia, pero sin romper con sus raíces.
“Este cambio no es una ruptura con el pasado, sino una evolución natural. Queremos ofrecer una experiencia superior desde lo cotidiano, sin perder nuestra esencia y los valores que siempre nos han definido”, añade el directivo.
Según explicaron desde la empresa, Sumermú es un nombre más sonoro al ser un supermercado, por lo que se trata de una estrategia de mercadeo.
Como contó EL COLOMBIANO en una entrevista que le hizo a Juan Gabriel Ángel hace algunas semanas, La Vaquita nació en el barrio Belén de Medellín como una tienda de barrio impulsada por la familia Quintero-Zuluaga. Con el tiempo, se consolidó como un referente del comercio local. Sin embargo, en 2016, dos ramas de la familia tomaron caminos empresariales distintos: así surgieron La Vaquita Express e Inversiones Supervaquita La 33, ambas usando la misma marca hasta hoy.
Ahora, con 13 puntos de venta bajo su operación, la sociedad liderada por Juan Gabriel Ángel inicia un camino independiente con Supermú, mientras que La Vaquita Express continúa con sus 9 tiendas y una estrategia de expansión y fortalecimiento del canal digital a través de vaquitaexpress.com.co.
Supermú no busca competir con gigantes como Éxito Wow o Carulla Expréss, ni replicar el modelo de los hard discount como D1 o Ara. Su apuesta es otra: hacer superior lo cotidiano.
“Queremos que la gente tenga claro que esa propuesta de valor solo va a estar en los 13 establecimientos que son nuestros. Supermú nace con un eslogan claro: Porque todos merecen algo súper. Eso significa góndolas llenas, cajas rápidas, limpieza, y un servicio donde cada colaborador enamore al cliente”, explicó Ángel.
La compañía ha invertido en la readecuación de sus tiendas, mejorando las zonas de carnes, vinos y licores. Además, ha incorporado modelos de servicio donde el trato personalizado y cálido es el centro de la experiencia.
El camino de expansión de Supermú ha sido estratégico. Tras la separación de 2016, la empresa creció con adquisiciones clave, como tiendas de Merkepaisa y cinco puntos de venta de la liquidada cooperativa Consumo.
Hoy, la meta está clara: en cinco años esperan duplicar su presencia, alcanzando 25 tiendas y generando al menos 1.500 nuevos empleos directos. La apuesta no es solo comercial, también es social.
“Queremos que nuestras categorías destino, como fruver y carnes, lleguen a representar el 50% de nuestras ventas. Estamos haciendo alianzas con campesinos y trabajamos para integrarnos verticalmente en el negocio de proteína”, revela el gerente.
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¿Y la competencia?
En un mercado donde las tiendas de descuento dominan, Supermú apuesta por su portafolio de más de 10.000 referencias y su cercanía con el cliente como factores diferenciadores. La selección cuidadosa de ubicaciones y el respaldo de proveedores confiables completan una fórmula que busca sostenerse ante los retos del retail.
No obstante, el panorama no está exento de desafíos. La posible reforma laboral preocupa por su impacto en la flexibilidad operativa y los márgenes.
“La reforma laboral creará un mayor costo de las nóminas y reduce la capacidad para manejar picos de demanda, que es una necesidad crítica en este sector”, advierte Ángel.
Aunque aún no llegan al objetivo de facturar $1 billón al año, Ángel asegura que están cerca. Y lo más importante, con una visión de largo plazo que prioriza el crecimiento responsable, la cercanía con el cliente y el compromiso con el territorio.
Supermú es más que un nuevo nombre. Es la continuación de una historia paisa que ahora toma vuelo con una identidad propia, un servicio renovado y la convicción de que lo cotidiano también puede ser extraordinario.
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