Durante estos días en los que el calendario local se viste de fe, licor, comidas, aromas y hasta de cabras, Bucaramanga y en general Santander tienen una curiosa costumbre: declarar festividades con nombres sabrosos y motivos insólitos que combinan tradición, gastronomía, región y religión.
A la lista, se acaba de sumar uno más que promete dejar espuma en la memoria: el Auténtico Festival de la Cerveza.
¡Así como lo lee! El Concejo de Bucaramanga, en su Comisión Tercera, aprobó en primer debate el proyecto de acuerdo 043, de autoría del concejal liberal Javier Ayala, que institucionaliza un festival birrero con sello propio.
Lo llamaron, sin tapujo alguno, así: “Auténtico Festival de la Cerveza”. Y aunque no se fijó una fecha concreta, se determinó que podrá realizarse en cualquier evento que se efectúe en la ciudad a lo largo del año. Versátil, como los sabores artesanales que proliferan en terrazas, ferias y bares locales.
La propuesta, asegura el documento, busca “fomentar el turismo y atraer visitantes de distintas regiones del país”. Y aunque no se especifica si habrá catas, competencias de espuma o récords de brindis, sí queda claro que se trata de un brindis oficial por el desarrollo económico a través de la cebada fermentada.
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Pero no es la primera vez que el Cabildo convierte en ley lo que para muchos sería solo un antojo. En octubre de 2024, con el proyecto 062, se oficializó el Burgerfest, el festival gastronómico de la hamburguesa en Bucaramanga. La iniciativa, pensada como evento económico, social y culinario, pretende convertir al pan con carne en símbolo de integración y dinamismo urbano.
Y así, entre mordidas y tragos, también hay espacio para causas más silenciosas. Como aquella ordenanza que, hace seis años, institucionalizó el Día de la Cabra Santandereana, en un esfuerzo por proteger ese patrimonio genético de orejas largas y mirada apacible. Y, de manera adicional, gracias a la Universidad de Santaner, UDES, asociaciones ganaderas y veterinarios apasionados, la cabra ahora tiene su día de gloria académica y rural.
La fe también tiene su rincón entre estas conmemoraciones. Por impulso del otrora diputado Carlos Alberto Morales, el 31 de octubre se celebra en todo Santander el Día de la Biblia. La fecha busca reforzar valores y principios morales, destacando el papel del texto sagrado como “libro de la vida”, según se lee en la exposición de motivos.
Y para quienes madrugan en un taxi, enfrentando semáforos, quejas y carreras, también hay una fecha especial. Desde hace varios años, el tercer domingo de octubre se celebra el Día del Taxista, por iniciativa del entonces concejal Alfonso Prieto. Una jornada para reconocer el pulso diario del volante y el diálogo callejero.
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Así, en Bucaramanga y Santander, cada iniciativa en el cabildo y en la asamblea es una forma peculiar de ponerle nombre y día a los sabores, las costumbres, los oficios y las creencias.
Ahora, la aprobación más reciente, tendremos un calendario alterno, donde la cerveza puede ser patrimonio; la hamburguesa, símbolo de identidad; la cabra, motivo de orgullo genético y región; la Sagrada Escritura, símbolo de fe; y el taxista, un homenaje a quienes nos movilizan por la ciudad. Porque aquí, como en pocas partes, el calendario también sabe, huele, se moviliza, se ora y hasta balbucea.
