El Pacto Histórico, la coalición de gobierno que buscará mantener su fuerza en el Congreso en las elecciones de 2026, midió sus cartas este domingo en una consulta interna para definir las listas al Senado y a la Cámara.
Los resultados, sin embargo, dejaron más de una sorpresa: mientras algunos rostros emergentes, incluso influencers, se posicionaron entre los primeros lugares, varias figuras reconocidas de la izquierda quedaron fuera de competencia.
El presidente Gustavo Petro reaccionó a los resultados asegurando que “se impone la democracia y hay que obedecerla. El pueblo ha elegido libre. Y ahora es lo que la sociedad colombiana quiera, si para atrás o para adelante”, al tiempo que propuso articular un nuevo bloque político al que llamó Frente Humano.
La lista al Senado fue la primera en revelar giros inesperados. Con el avance 26 de la Registraduría y 18.899 mesas procesadas, el senador Wilson Arias encabezó los resultados con 149.510 votos, seguido por el influencer Walter Rodríguez (129.530) y el senador Pedro Flórez Porras (124.793).
El ascenso de Rodríguez, conocido por su presencia en redes sociales, simbolizó el relevo generacional que sacudió al movimiento.
El politólogo Yan Basset, profesor de la Universidad del Rosario, en diálogo con este diario, subrayó aquella tendencia: “Se confirma la llegada de una nueva generación de políticos de izquierda, muy activos en redes sociales, que ahora compiten en igualdad de condiciones con la vieja guardia”, en referencia al triunfo de activistas e influencers en la competencia por las listas a Senado y Cámara que también se votó este domingo.
Pero no todos los resultados fueron favorables para las figuras tradicionales del Pacto. Alirio Uribe, uno de los abogados más respetados del bloque y cercano a Petro, no logró ubicarse entre los 25 primeros lugares pese a superar los 14.000 votos.
Su derrota resulta simbólica: Uribe lidera en la Cámara de Representantes la investigación contra el presidente por presunta financiación irregular de su campaña de 2022.
El 2 de diciembre de 2024, Uribe había insistido en que su cercanía con el mandatario no lo inhabilitaba para continuar al frente del caso, luego de que el congresista del Centro Democrático Christian Garcés pidiera apartarlo.
En un comunicado, el representante aseguró que la investigación “avanza con celeridad, rigor y respetando el debido proceso”, y que las recusaciones en su contra “no se ajustan a las causales de impedimento que contempla la ley”.
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Otra figura que se despidió de su aspiración fue Álvaro Moisés Ninco, exembajador de Colombia en México, quien dejó su cargo tras una decisión judicial que determinó que no cumplía los requisitos para ejercerlo. Pese a su cercanía con Petro, Ninco apenas logró reunir 2.700 votos.
Tampoco alcanzó un escaño el exministro de Minas y Energía, Ómar Andrés Camacho. Renunció al gabinete para aspirar al Senado y sumó más de 15.000 votos, cifra insuficiente para ubicarse en los primeros lugares.
Una suerte similar corrió Dagoberto Quiroga, exsuperintendente de Servicios Públicos y figura emblemática de la Colombia Humana, quien deberá continuar su trabajo en la dirección del partido.
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Otros nombres que se quedaron por fuera fueron el del representante Andrés Cancimance, recordado por llegar al Congreso en 2022 usando tacones como gesto en defensa de la comunidad LGBTIQ+, y Dorina Hernández, primera mujer palenquera en llegar al Congreso y cercana a la vicepresidenta Francia Márquez. Ella ha impulsado proyectos culturales y educativos desde su curul.
El resultado de la consulta dejó claro que el Pacto Histórico enfrenta un reacomodo interno: nuevos liderazgos, impulsados por la influencia digital y el voto joven, desplazaron a figuras con experiencia política y trayectoria en el movimiento.
Al respecto, el profesor, politólogo e internacionalista Camilo González, señaló que la presencia de influencers en las listas sería una estrategia para atraer al público joven e intentar revivir a quienes participaron en el estallido social.
Sin embargo, su falta de idoneidad será un fuerte problema: “Aquello marcará el ingreso de outsiders, de personas a las que la falta de experiencia los dejará en el Legislativo con capacidad de denunciar pero no de resolver, de proponer proyectos”.