Hay consenso científico y médico en que es necesario que usted esté vacunado contra la fiebre amarilla; revise su carné de vacunación y el de sus seres queridos y si no lo ha hecho puede acercarse a cualquier centro de salud y a algunos aeropuertos donde aplican la vacuna gratis desde los nueve meses de edad. La fiebre amarilla es una enfermedad altamente prevenible si se está vacunado ya que tiene una mortalidad entre el 40% y 50% de los casos.
Lo que no debe hacer es caer en noticias falsas o alarmas sin sustento, incluso si provienen de algunas autoridades gubernamentales. Eso es lo que ha sucedido en los últimos días a raíz de un brote de 59 casos en el departamento del Tolima. Según datos del Ministerio de Salud, entre septiembre de 2024 y al día de hoy, en el país se han confirmado 76 casos –incluyendo los del Tolima– y 34 muertes, lo que representa una letalidad acumulada del 45,3 %. Sin duda, es un hecho que llama la atención en comparación al comportamiento de esta enfermedad en años anteriores.
Por eso, el presidente Gustavo Petro decidió declarar la emergencia económica y sanitaria en el país y dijo que “en dos meses toda la población colombiana debe estar vacunada contra la fiebre amarilla. Debemos hacerlo y nuestro sistema de salud debe garantizarlo”. Sin embargo, la decisión del mandatario y algunas aseveraciones sobre el brote, han sido criticadas y desmentidas por expertos. Por ejemplo, el jefe de Estado dijo que “el calor en aumento de las atmósfera ahora hace que el mosquito –Aedes aegypti, hembra adulta– suba las montañas, pase los páramos y puede penetrar en las ciudades, incluída Bogotá” y que “el turismo de semana santa puede llevar los mosquitos a Bogotá y las grandes ciudades”.
Expertos epidemiólogos le salieron al paso. El subsecretario de salud pública de Bogotá, Julián Fernández-Niño, explicó que Bogotá no es una zona endémica –región geográfica donde se presenta de manera constante una enfermedad o especie– para la fiebre amarilla por las condiciones climáticas. No es, para decirlo en términos prácticos, como el covid-19 que se transmite de persona a persona no importa en el lugar en el que estén.
¿Por qué? La bióloga y PhD. en Ciencias, Alejandra Marín, lo explica de esta manera: “El brote hay que controlarlo donde endémicamente circula el virus. Los casos en Bogotá no serían de transmisión directa, sino casos importados (viajeros que llegan desde una ciudad de riesgo)”. Y eso mismo aplica en lugares como Medellín o Cali donde a la fecha no hay casos registrados: “No hay probabilidad que exista transmisibilidad directa en una ciudad no endémica para el virus, puesto que se requiere del virus circulante + el mosquito circulante”, agrega la experta.
Es decir, que así Cali tenga clima caliente y Medellín templado, y no está el mosquito, la enfermedad no se transmite entre personas. De ahí la importancia de vacunarse para prevenir otros brotes de la enfermedad en zonas endémicas.
¿Emergencia económica y sanitaria?
Según Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud, es necesario declarar una emergencia hospitalaria a nivel nacional “para que si hay necesidad de alertar a cada uno de los municipios y pasar de una alerta naranja a alerta roja, lo podamos hacer”.
Además, las EPS deben buscar los mecanismos para apoyar equipos básicos en salud; se exigirá el carné de vacunación a los extranjeros, especialmente provenientes de Brasil. “Vamos a imponer exigencia de carné no solo para salir al país, sino los que llegan”, dijo el ministro. También, habrá control riguroso del vector, es decir, la eliminación de criaderos de mosquitos como aguas estancadas, llantas y lavaderos.
Sin embargo, algunos expertos señalan que esas medidas no justifican la declaratoria de emergencia económica y sanitaria que anunció el presidente Petro hace un par de días. De hecho, el MinSalud ahora solo habla de la emergencia sanitaria que “se sometió a un ejercicio riguroso de evaluación del riesgo, que es un ejercicio que está avalado a nivel internacional para establecer el nivel de riesgo en el que se encuentra el país”, según explicó Diana Pava, directora del Instituto Nacional de Salud (INS).
Gerson Bermont, secretario de salud de Bogotá, criticó la medida: “No todo se resuelve con ‘emergencias económicas’. El INS desmanteló todos sus equipos técnicos y eso no lo resuelve con plata, lo resuelve solo con respeto de las capacidades técnicas y científicas fuera de elementos ideológicos. Escuche a los técnicos, no a los activistas”.
¿Qué es y cómo se trata la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos –Aedes aegypti, hembra adulta– infectados. En sus primeras 24 horas, puede manifestarse con síntomas como fiebre, dolor de cabeza y malestar general. En las siguientes 72 horas, los síntomas suelen intensificarse con manifestaciones gastrointestinales como vómito, diarrea y dolor abdominal.
A partir del quinto día, pueden presentarse signos como ictericia (coloración amarilla en la piel y los ojos) y sangrado, que en personas no vacunadas puede conllevar a la muerte. Sin embargo, es una enfermedad altamente prevenible mediante vacunación, y su letalidad oscila entre el 40 % y el 50 %. El brote ha mostrado una expansión progresiva, especialmente en zonas de la cuenca amazónica, del río Magdalena y en departamentos como el Meta.
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