Las cabezas de lista suelen marcar el tono programático de los partidos. De cara a 2026, ya las principales colectividades que buscan afianzar poder, u otras que esperan abrirse espacios en la política, definieron quiénes serán sus elegidos para generar credibilidad, afianzar reconocimiento y, especialmente, arrastrar el mayor número de votos para convertirlos en curules.
El Centro Democrático reveló sus cartas y, en medio de procesos internos que no estuvieron exentos de polémica, rencillas y peleas, se la jugaron por la cabeza de lista.
Desde el uribismo figura el actual representante Andrés Forero, quien busca dar el salto al Senado. En diálogo con EL COLOMBIANO expuso la responsabilidad que asume, reconociendo también las pujas y dificultades que implica tener el #1 en este partido político.
Usted disputó la cabeza de lista con el dirigente Rafael Nieto, ¿finalmente cómo se resolvió esa puja para que usted fuera el ungido?
“No hubo ninguna puja. Esa fue una decisión que tomó el partido. A nosotros realmente se nos comunicó una vez que se tomó la decisión. El partido siguió unos protocolos y unos procesos. De hecho, casi que me enteré por ‘radio pasillo’, por medios de comunicación. Todo el reconocimiento al Dr. Nieto, jamás hubo una pugna o una rivalidad.
Fue una decisión que tomó el partido, no participamos en eso, solo manifestamos la intención. Yo he sido siempre hombre de partido, soy miembro fundador del Centro Democrático, hice parte de la lista cerrada a la Cámara de Representantes del año 2014, que fue nuestra primera lista, pero no quedé.
Sin embargo, eso me abrió las puertas después para ser concejal de Bogotá durante seis años. Después fui cabeza de lista a la Cámara de Representantes, y ahora el partido me designó cabeza de lista al Senado”.
¿Qué factores llevaron a que usted fuera el elegido?
“Creo que, por un lado, el partido está consciente de la crisis que está viviendo nuestro sistema de salud y gracias a la posición que he tenido en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes me he convertido en un vocero de los pacientes y el talento humano en salud.
Creo que el partido reconoce esas peleas, reconoce esas luchas y reconoce esa defensa que se ha hecho del sistema de salud, que sentimos que es una de las prioridades hoy en la mente de los colombianos.
Adicionalmente, creo que por la cercanía que tuve con Miguel Uribe Turbay –fuimos fórmula, él al Senado y yo a Cámara–, hubo quizás un homenaje a él con esta cabeza con la que el partido me honró y al mismo tiempo me puso una gran responsabilidad.
Se combinan entonces la trayectoria, el premio de la constancia, el ejercicio que se ha hecho y que nos hemos convertido en la voz de los pacientes y del talento humano en salud. Por último, esa relación que tenía con Miguel”.
Las cabezas de lista suelen marcar el tono programático del partido. ¿Cuál es su sello?
“Efectivamente, por un lado, son los temas programáticos y, por otro lado, el tono que se tiene. En mi caso, he sido un congresista combatiente. He tratado de hacer, además, un ejercicio de oposición firme y rigurosa, pero que no ha sido una oposición irracional ni sorda.
He tratado siempre de atacar principalmente el tema de las ideas, lo que considero que son malas propuestas del Gobierno Nacional, y he tratado de evitar las descalificaciones. Le apuesto a que sea un debate de ideas, propuestas y de visiones de país.
Además del tema de la salud, como miembro de la Comisión Séptima hice parte de la discusión de la reforma pensional. Todos estábamos de acuerdo con que se le diera un auxilio y un subsidio a los adultos mayores que, por distintas razones, no pudieron lograr las semanas suficientes para pensionarse. Pero nosotros siempre advertimos que eso no se tenía que hacer poniendo en riesgo las pensiones futuras de los jóvenes de hoy.
El Gobierno, de hecho, nos ha dado la razón: ha hecho incrementos a los programas de Colombia Mayor sin que hoy por hoy esté vigente la reforma. No teníamos ningún problema y celebrábamos que el Gobierno pudiera incrementar un poco los subsidios que se le dan a los adultos mayores (eso no es una pensión), pero siempre dijimos que no se tenía que poner en riesgo la pensión futura de los jóvenes de hoy.
Adicionalmente, le he dado manejo al tema laboral. Soy un convencido de que la mejor política social que puede tener un gobierno es la de generar las condiciones para que el sector privado genere empleos formales y de calidad. Siento que este Gobierno ha ido en completa contravía: está asfixiando con impuestos y está asfixiando vía tributaria a las empresas.
Soy partidario de lograr que tengamos un Estado más pequeño y eficiente, porque no soy partidario de que desaparezca el Estado, pues debe regular, fiscalizar y adelantar algunos de los programas sociales que se necesitan, pero que no se caracterice por la grasa burocrática, por ese derroche que hemos visto en el gobierno de Gustavo Petro, en el que vemos que incumplieron la regla fiscal y, por otro lado, aumentaron la retención en la fuente y nada es suficiente. Siguen con una voracidad presupuestal enorme y siguen gastando a manos llenas.
Vemos la cantidad de órdenes de prestación de servicios, de corbatas, de puestos de empleo militante que tiene el Gobierno Nacional, mientras los empresarios a duras penas están pudiendo pagar sus impuestos. Adicionalmente, vemos los lujos que se está dando el Gobierno, por ejemplo, con las embajadas de lujo asiático que se tienen, por ejemplo, en Arabia Saudita.
Nos parece que ese no es el Estado que nosotros queremos que tenga el pueblo colombiano. Ese no es el Estado que va a recuperar la legitimidad. Consideramos que tiene que haber un recorte del Estado para que los colombianos vuelvan a confiar en él. Este Gobierno está caracterizado por el derroche y por la corrupción.
No puede ser que sigan asfixiando con más y más impuestos a los colombianos, mientras el Gobierno no se aprieta el cinturón y sigue gastando a manos llenas la plata que con tanto esfuerzo aportan los colombianos”.
¿Qué implicaciones tiene que nuevamente en este listado esté el expresidente Álvaro Uribe?
“Es muy importante. Muestra ese compromiso patriótico que tiene el presidente Álvaro Uribe Vélez, que sigue comprometido, compenetrado y queriendo aportarle al país, a pesar de que ya fue presidente de Colombia y a pesar de la edad que tiene.
Él sigue jugado por Colombia. Y lo que vemos, además, es que él de manera muy generosa no se puso en los primeros puestos de la lista, sino que, a pesar de su trayectoria y todos sus merecimientos, él se pone en el número 25, tratando de empujar a nuevos liderazgos.
Es un gran ejemplo el que está dando el presidente como líder de partido, que le apuesta a nuevas figuras, nuevos liderazgos, y él al mismo tiempo se pone en ese puesto, que es el 25, que no es fácil, es retador, pero que nos hace a todos nosotros trabajar al máximo para lograr que él vuelva a ser congresista de Colombia”.
La meta es poner 25 senadores. ¿Que Uribe sea el #25 es simbólico o verdaderamente creen que puedan llegar a tener ese número de congresistas?
“Ese es el reto que tenemos en este momento. Sabemos que es retador, el presidente mismo lo ha reconocido, él ha dicho que es un puesto retador, pero yo creo que en política, como en la vida, uno se tiene que trazar planes sanamente ambiciosos.
Vamos a hacer todo lo posible quienes estamos en los otros puestos para que el presidente vuelva al Congreso. Colombia se merece que ese gran patriota que es Álvaro Uribe Vélez vuelva a aportarle desde el Congreso”.
Ustedes en 2018 tuvieron 19 senadores justamente con Uribe a la cabeza, pero en 2022 ese número bajó a 13, ¿cuál es el mínimo en 2026?
“No nos vamos a poner mínimos. Vamos a aspirar a los 25. Hoy son 13, pero vamos a aumentar el número de senadores. Por ejemplo, en Bogotá tenemos dos representantes. En 2014 habíamos sacado cinco representantes.
En la Cámara aspiro a que recuperemos las tres curules y subamos una adicional. Lo digo porque en las elecciones inmediatamente anteriores, en el caso de Bogotá, tuvimos un incremento significativo.
Tuvimos la mejor votación al Concejo que hemos tenido en las tres elecciones en las que hemos participado. Pasamos de cerca de 260.000 votos a más de 330.000 votos. Soy optimista y sé que es un reto ambicioso, que es difícil.
Yo creo que además la gente se ha concientizado de la importancia que tiene votar un buen Congreso, y más allá de algunas diferencias, han visto que somos un partido de posiciones, que tiene cuerpo de doctrina, con principios políticos claros y eso ha sido muy valioso para el debate democrático.
No somos congresistas que vayamos a cambiar nuestras posiciones por dádivas del Ejecutivo de turno, en este caso del presidente Petro.
La gente nos reconoce que desde el principio hemos sido el único partido que le hizo oposición rigurosa y seria al Gobierno de Gustavo Petro. Obviamente, tenemos detractores, eso es natural en democracia, pero siento que han sido muchas las personas que han reconocido ese trabajo juicioso y riguroso que se ha hecho desde la Cámara de Representantes y del Senado en la bancada del Centro Democrático”.
La lista cerrada del partido dio pie a numerosas rencillas internas. Personas como Claudia Margarita Zuleta o Julia Correa terminaron por encima de actuales congresistas, ¿debieron apostar por una lista abierta?
“Las listas abiertas y las cerradas tienen virtudes y defectos. Yo mal haría en hablar mal de una lista cerrada porque yo entré en política a través de una lista cerrada cuando fui concejal de Bogotá.
Liderazgos tan importantes, no solamente de nuestro partido, sino del país, como el expresidente Duque o la senadora Paloma Valencia, llegaron a la política a través de listas cerradas. Yo he participado en ambos tipos de lista.
Reconozco que hay argumentos a favor y en contra, pero cuando hay tantos escándalos a propósito de la financiación de las campañas, es importante dar ese tipo de mensajes para evitar ese derroche que se está produciendo en muchos otros lados.
Por ejemplo, dicen que en algunas de las campañas del Pacto Histórico pudo haber campañas que costaron $20.000 millones.
En nuestro caso, estamos comprometidos con un tema de unidad ideológica y programática. Eso lo favorece la lista cerrada. Lo que pasa con Julia Correa o Claudia Margarita Zuleta no es más que la llegada de nuevos liderazgos.
En el caso, por ejemplo, de Claudia Margarita, hay que decir que ella fue dos veces candidata a la Gobernación del César y ha sido una gran diputada. No es ninguna aparecida, es una mujer que con derecho propio llega a ocupar este puesto de honor en la lista cerrada del Centro Democrático.
Lo mismo se puede decir de Julia Correa, una mujer que viene de haber hecho ejercicios políticos dentro del partido, es decir, no es una persona que haya llegado recientemente, sino que viene trabajando de tiempo atrás y adicionalmente ha tenido una presencia importante en medios de comunicación.
El partido trató de buscar un equilibrio entre reconocimiento a trayectorias políticas y experiencia con presencia territorial, porque creemos que debe haber representación de los distintos departamentos del país. Esta es una lista relativamente joven y el presidente ha tratado de impulsar nuevos liderazgos, que haya una renovación generacional dentro del partido.
Siempre habrá desazón, siempre habrá críticas, pero yo creo que es una muy buena lista con hombres y mujeres de lujo que quieren servirle a Colombia con patriotismo desde el Senado. Es natural que haya descontento, pero yo sí creo que es una muy buena lista, y esperamos que sea votada masivamente”.
Para que el expresidente Uribe logre entrar como el senador 25 del Centro Democrático,, ¿cuántos votos se necesitan?
“Eso es normal en todos los partidos, es algo que suele ocurrir. Aquí hubo un equilibrio entre personas que saltan de la Cámara al Senado, otros que se mantienen como senadores y otras personas que llegan sin haber estado ni en la Cámara ni en el Senado. Personas con distintas trayectorias, con distintas experiencias. Se buscó una ponderación y un equilibrio territorial en el partido.
Se reconoce que también en la Cámara hubo buenos liderazgos y debates aguerridos, pero sin desconocer el gran trabajo que han hecho nuestros compañeros en el Senado.
Se abrió el espacio también por la salida de tres grandes senadoras como María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín, a quienes esperamos verlas en cargos ejecutivos, ya sea como candidatas presidenciales, como ministras de Estado o como candidatas a la gobernación o a una alcaldía. Ellas nos dejan la vara muy alta”.
Usted reconoce cercanía con la familia de Miguel Uribe Turbay, ¿cuál es su lectura de lo ocurrido con Miguel Uribe Londoño, que al final salió de la baraja de precandidatos presidenciales del Centro Democrático?
“Voy a ser sincero. La verdad conocí lo que conoció el país a través de las declaraciones de Miguel Uribe Londoño, el comunicado de prensa del Centro Democrático y el comunicado de Abelardo de la Espriella. No conozco más allá de eso.
Como lo ha dicho el propio presidente Uribe, ha sido todo un proceso doloroso, pero no queremos pensar más en eso, sino que debemos pensar en cómo logramos la mayor bancada al Congreso e impulsar a nuestra candidata presidencial para que gane la consulta de marzo y después se meta en la segunda vuelta”.
“Es una decisión que respetamos. Lo que hemos dicho, y lo ha dicho el presidente Uribe, es que necesitamos una coalición para evitar la continuidad del Gobierno a través de otro candidato, en este caso Iván Cepeda. Ello implica tener la mayor amplitud posible o el frente más amplio posible para ir a las elecciones.
El presidente ha dicho que debe ser de Abelardo hasta Fajardo, pero uno no puede forzar a nadie a participar en una consulta.
Lo que sí deseamos es que el resto de candidatos, que estaban poniendo algunos peros, decidan participar en una sola consulta para que sea la más grande posible y que saque una votación lo suficientemente significativa para proyectar al ganador a un buen desempeño en la primera vuelta presidencial”.
¿Cuáles son los requisitos que debe tener el candidato que apoyaría el Centro Democrático?
“Son los requisitos que hoy tienen nuestras candidatas presidenciales: personas preparadas, con un amor a toda prueba por Colombia, rigurosas, con propuestas”.
¿Que sea antipetrista es una condición?
“Más que ser antipetrista, que tenga una posición clara respecto al daño que ha causado este gobierno. A mí no me gusta definirme como contrario a algo, sino a favor de. Por eso hablo de virtudes positivas, que son características que tienen nuestras tres precandidatas.
Después de lo que pasó con Miguel Uribe Turbay ellas están enfrentadas a un riesgo que es muy grande, y a pesar de eso, han seguido haciendo campaña y recorriendo el país. Entonces no quiero decir que el candidato debe ser antipetrista, aunque naturalmente tenemos una posición contraria y estamos en las antípodas ideológicas de este gobierno.
Queremos que se nos caracterice más por las propuestas que tenemos: volver a tener la seguridad como el requisito fundamental para disfrutar de los demás derechos; que nuestras candidatas estén comprometidas con devolverle la moral a nuestra fuerza pública; con un Estado más pequeño y eficiente; que estén comprometidas con la reconstrucción de nuestro sistema de salud, y con los temas sociales. Además, que se generen las condiciones para que no vuelva a haber un apagón energético”.
¿Cuál sería el primer proyecto que presentaría de ser elegido senador?
“Nosotros ya presentamos una reforma a la salud. A mí me toca jugar un papel doble como candidato y como representante a la Cámara.
Mi intención es seguir limitando el daño que está causando el gobierno de Gustavo Petro en materia de salud. Seguir denunciando los abusos y los excesos del ministro Guillermo Alfonso Jaramillo y de los interventores que han hecho un daño enorme.
Voy a seguir cumpliendo esa función de tratar de evitar la destrucción sistemática del sistema de salud y después contribuir a su reconstrucción presentando una reforma.
No me gusta hablar de daños irreversibles, pero el daño es profundo y tenemos que ver cómo logramos que nuevamente haya confianza de los actores para que vuelvan a invertir en el sector después del daño que ha causado el presidente Petro y para garantizar que haya liquidez. Esa va a ser mi principal bandera de lucha”.
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