El Hospital Militar entregó el informe sobre el estado de salud de los tres militares a los que les rociaron gasolina y luego les prendieron fuego para quemarlos vivos en Villagarzón, Putumayo, en medio de una asonada de las disidencias de las Farc. Uno de ellos se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Los uniformados fueron atacados el pasado jueves cuando realizaban operativos contra los laboratorios de coca en este municipio del sur del país y civiles instrumentalizados por los Comandos de Frontera de este grupo armado los comenzaron a atacar usando el combustible para incendiarlos, provocándoles graves lesiones.
El militar que se encuentra en estado crítico de salud es el subteniente Miguel Ángel Mejía Gutiérrez, quien sufrió múltiples quemaduras de grados diversos de gravedad y es monitoreado por el personal especializado de este centro asistencial para evaluar su evolución, bajo los más estrictos cuidados. Cabe destacar que el oficial sufrió quemaduras en el 75% de su cuerpo.
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En lo que concierne a los otros dos militares lesionados en esta asonada, de acuerdo con este hospital, ambos evolucionan de manera satisfactoria y ya se encuentran en el área de hospitalización, donde están bajo la constante revisión de médicos y enfermeros por las lesiones en el 30% de su cuerpo que sufrió uno de ellos.
“El Hospital Militar Central, en su condición de Reserva Estratégica de la Nación, continúa brindando atención de alta complejidad, disponiendo de todas sus capacidades técnicas, científicas y de infraestructura al servicio de nuestros usuarios”, indicaron mediante un comunicado.
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Cabe destacar que estos tres uniformados estaban haciendo este procedimiento en la vereda Siloé, una de las de mayor complejidad de orden público de este municipio, ubicado a 30 minutos de Mocoa, capital departamental.
“El Ejército Nacional rechaza totalmente estos hechos de barbarie y de degradación de los valores de la población civil que atacan de esta manera tan cruel a nuestros hombres”, expresó el coronel Erik Rodríguez, segundo comandante del Ejército, luego de que se perpetrara este ataque contra los militares.
Debido a este ataque, el Gobierno Nacional ofreció una recompensa de hasta 200 millones de pesos por quién aporte información sobre el paradero de los responsables de este hecho, tanto materiales como intelectuales.