Jonathan Obando Pérez, uno de los dos sobrevivientes del ataque de Estados Unidos a un supuesto narcosubmarino en el mar Caribe el 16 de octubre, fue dado de alta del Hospital de Kennedy de Bogotá el pasado martes 28 del mismo mes, según confirmó el diario El País. El hombre abandonó el centro médico por sus propios medios, sin custodia judicial.
Contexto: Con trauma craneoencefálico y respiración artificial, así llegó al país el sobreviviente de ataque naval de EE.UU en el Caribe
En su momento, el presidente Gustavo Petro publicó lo siguiente en su cuenta de X: “Recibimos al colombiano detenido en el narco submarino, nos alegra que esté vivo y será procesado de acuerdo a las leyes”.
Y es que la Fiscalía General de la Nación mantiene una indagación preliminar, pero no prevé abrir una investigación formal al no existir elementos que lo vinculen con un delito cometido en territorio colombiano. Según fuentes del Ministerio Público, no hay material probatorio ni testimonios que lo relacionen con actividades criminales.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, había afirmado tras su repatriación que Obando sería “procesado según la justicia” por presunto tráfico de drogas. Sin embargo, la Fiscalía no ha hallado indicios de ello. La embarcación en la que viajaba fue destruida en aguas internacionales, lo que complica demostrar la comisión de un delito.
El contexto del ataque
El 16 de octubre, fuerzas militares de Estados Unidos llevaron a cabo un ataque contra una embarcación semisumergible en el mar Caribe vinculada con el tráfico internacional de drogas. Según la versión oficial del Pentágono, el operativo fue ordenado directamente por el presidente Donald Trump y coordinado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, bajo la justificación de que la lancha pertenecía a una organización catalogada por Washington como grupo “narco-terrorista”.
En la embarcación viajaban cuatro personas. Dos murieron durante el ataque y las otras dos, entre ellas Jonathan Obando Pérez, lograron sobrevivir. Ambas fueron rescatadas por personal estadounidense y posteriormente repatriadas a sus países de origen: Obando a Colombia y el otro sobreviviente a Ecuador, según confirmaron los respectivos gobiernos.
Tras el bombardeo, Obando presentó fracturas y traumas cerebrales. Llegó a Colombia en estado crítico, sedado y con apoyo de ventilación mecánica para mantenerlo con vida.
Según informó El País, una semana después de su repatriación un informe médico reservado señalaba que Jonathan Obando Pérez había sido ingresado con “una fractura en la base del cráneo y en la órbita, además de lesiones intracerebrales”, aunque mostraba “mejoras” y ya no requería ventilación mecánica. Su evolución fue rápida y el Hospital de Kennedy le dio el alta médica el martes pasado.
Por su parte, la Fiscalía considera probable que el colombiano fuera un trabajador subalterno en la operación. No tiene antecedentes penales ni vínculos con redes del narcotráfico; y su papel habría sido el de transportar la carga, dentro de lo que se conoce como ‘tercerización de actividades ilícitas’.
En Ecuador, el otro sobreviviente, Andrés Fernando Tufiño, fue liberado el 20 de octubre al no encontrarse pruebas en su contra. Aunque no tenía antecedentes en su país, sí había sido condenado en Estados Unidos por contrabando de drogas en 2020.
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