En Armenia, el inicio de la temporada de festividades decembrinas ya ha dejado —además de más de 300 personas quemadas en todo el país, según el Instituto Nacional de Salud (INS)— una trágica pérdida que sigue prendiendo las alarmas sobre el uso inadecuado de la pólvora o juegos pirotécnicos.
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Horus, un perro de aproximadamente 10 años, falleció este jueves 11 de diciembre tras sufrir un episodio de estrés severo desencadenado por los fuertes estruendos de la pólvora, sin encontrar alguna forma o remedio que lo pudiera ayudar.
El fatal desenlace ocurrió tras la celebración del Día de las Velitas, el pasado domingo 7 de diciembre. Según la denuncia de sus dueños, el canino presentó un cuadro de estrés agudo al estar expuesto al ruido, por lo que fue trasladado de inmediato a una clínica veterinaria.
Allí, los especialistas confirmaron el diagnóstico de estrés, pero detectaron una complicación mucho más grave: una torsión gástrica. Esta condición derivó en una grave afectación estomacal y, supuestamente, a un derrame interno.
Horus, en compañía de sus familiares, luchó por su vida durante cuatro días mientras permanecía hospitalizado bajo seguimiento médico, pero finalmente falleció ante la gravedad de su diagnóstico.
Horus, la “pérdida de un hijo” para su dueño
La muerte de Horus ha provocado una profunda tristeza e indignación, especialmente en su dueño, quien es presidente de junta del sector. Por su parte, la animalista Diana Rodríguez, de la Fundación Eco Huellas, relató la conmoción del propietario.
“Falleció en la mañana a raíz de que el 7 de diciembre, gracias a la pólvora que se estalló en el sector de Tres Esquinas, Horus entró en shock. Tuvo que ser trasladado a la veterinaria y fue diagnosticado con estrés”, explicó Rodríguez en Caracol radio.
La animalista continuó describiendo el dolor del dueño, señalando que para él, la muerte de Horus fue como perder a “un hijo”, que desencadenó un gran sentimiento de “indignación” ante la situación con la pólvora, la cual parece extenderse durante todo este mes.
“Su propietario, que es presidente de junta, nos contaba entre lágrimas el dolor de su partida. Él dice que es una pérdida de un hijo. Lamentamos mucho esto, mucha indignación”, relató la mujer, que por medio de sus redes ayuda a los animales.
Una solicitud a la conciencia por los animales
Este caso ha sido utilizado como ejemplo por parte de los defensores de los animales para cuestionar la permisividad en la venta y uso de pólvora en la ciudad y resto del país, así como la efectividad de los controles por parte de las autoridades.
Rodríguez también hizo una solicitud a la empatía, recordando que el impacto del ruido va más allá de una simple afectación a las mascotas. “Pensemos en las personas enfermas, los adultos mayores, las personas autistas”, sostuvo.