Según el padre Joaquín Alberto Gómez, director del Banco de Alimentos de Cali, la rápida activación de las alarmas permitió la intervención de la Policía, quienes lograron capturar al individuo y recuperar la mercancía. “Al joven lo sacaron, él intentó robar una ropa nueva y luego la pudieron recuperar”, explicó el sacerdote.
A pesar de la recuperación de los artículos hurtados, la preocupación por los daños materiales es latente. “Las afectaciones superan los cinco millones de pesos, a lo que se suma la inversión en seguridad adicional mientras se reparan los daños”, advirtió Gómez a las autoridades.
El director también señaló que esta no es la primera vez que sucede, pues según él, anteriormente ya habían intentado entrar a la fuerza a las instalaciones.
“Ya se habían intentado meter. Antes dañaron una ventana que estaba alterna y trataron de entrar, despicaron uno de los vidrios, y ahora este daño grande ha destruido totalmente una de las puertas principales con vidrios bastante costosos”, explicó.
La continuidad de este vital almacén, sustentado por la generosidad comunitaria, pende ahora de un hilo tras el reciente revés y esperan poder recibir la mayor cantidad de ayudas para reponerse.
La falta de recursos, exacerbada por este desafortunado incidente, representa un desafío significativo para que pueda seguir adelante con su importante labor. El padre Joaquín Alberto Gómez hizo un llamado urgente a la solidaridad.
“Hoy más que nunca necesitamos que la comunidad se sume a nuestras actividades, ya sea a través de donaciones de alimentos, prendas o como voluntarios. Juntos podemos reconstruir lo que se ha perdido y seguir brindando un espacio de dignidad a quienes más lo requieren”.
“El Vestier de Dios”, es una valiosa iniciativa del Banco de Alimentos, que extiende su mano a barrios vulnerables de Cali y municipios cercanos, ofreciendo la oportunidad de donar o adquirir prendas a través de un aporte solidario que, según Gómez, es crucial para la operatividad del Banco de Alimentos.