Pocas veces los periodistas tienen –tenemos– la oportunidad de hacer una pausa para pensar en nuestro oficio. Una de esas pocas veces se dio en el marco de la Feria del Libro de El Tesoro (que irá hasta el domingo), cuando Juan José Hoyos y Maryluz Vallejo conversaron sobre los retratos con palabras de Medellín que han hecho los cronistas que han vivido, sufrido y gozado en esta urbe de montaña y comercio. EL COLOMBIANO conversó con ellos y trajo estas perlas para alimentar la curiosidad por la crónica, un género que no pierde vigencia.
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¿Cómo se flecharon con la crónica? ¿Qué encontraron en este género periodístico para dedicarle tanto tiempo?
Maryluz Vallejo: “Quedé enganchada con el periodismo narrativo gracias a Juan José Hoyos, que fue mi profesor. Y también me ayudó luego a desidealizar eso del Nuevo Periodismo, que nos vendieron. Juan José es el que nos inició a varios en esta pasión y yo seguí trabajándola: hicimos varios proyectos en la Universidad de Antioquia”.
Juan José Hoyos: “Desde que estaba en el bachillerato empecé a tener periódicos estudiantiles y leía muchos periódicos. Ahí leí algunas crónicas, entre ellas las que publicó Gonzalo Arango en la revista Cromos. Me apasioné por el periodismo narrativo. Luego, empecé a estudiar en la universidad y me marcó completamente las visitas a la hemeroteca de la universidad, porque descubrí esa gran bodega de periódicos del siglo XIX y el siglo XX en la biblioteca de la Universidad de Antioquia. Y me pasé el tiempo de la carrera leyendo periódicos. Ahí nació un proyecto de investigación que se plasmó en La pasión de contar, un libro dedicado al periodismo narrativo”.
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¿Qué hace que una crónica sobreviva al tiempo y siga despertando pasión en los lectores?
Juan José: “La crónica es un género sin afán, no va a la carrera. El periodista que la escribe tiene otra mirada de las cosas, se queda pendiente de los detalles y reconstruye los hechos de una manera completamente apoyada en herramientas de la literatura, pero para hablar de la realidad cotidiana. El cronista retrata la realidad con todas las herramientas narrativas tal como él la ve y como la siente, es un periodista que trabaja más que con el razonamiento intelectual, creando otra vez la realidad con palabras”.
¿Cuál ha sido el papel de las mujeres en la crónica antioqueña?
Maryluz: “La pasión de contar recoge a la primera escritora que escribe un texto sobre la guerra de los supremos, que es María Martínez de Nisser. Ella estaba casada con un sueco, que se fue a la guerra y no volvió. Entonces ella se viste de soldado, se rapa la cabeza y se va a luchar para encontrar a su marido. Y ya en el siglo XX, a apareció Sofía Ospina de Navarro, una dama de casa. Ella escribió parrafitos de costumbres acompañando su columna de cocina. Ya en el siglo veinte aparece Patricia Nieto y otras mujeres que han escrito crónicas”.
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¿Qué crónica recomendarían para buscar en la biblioteca?
Juan José: “Me gusta mucho Medellín, a solas contigo. Es una crónica escrita con poesía. Habla de la industrialización de Medellín y de su decadencia cuando se vuelve una urbe que se preocupa sólo por lo práctico, sólo por el comercio, por la industria. Me parece muy bella esa crónica de Gonzalo Arango”.
Maryluz: “Voy a hablar de un cronista santandereano que estuvo aquí en Medellín el último año de su vida. Se llamó Jaime Barrera Parra e hizo un libro pequeño que se llama Panorama Antioqueño. Yo lo recomendaría porque es bellísimo, es un lenguaje muy desusado para oídos de hoy, pero tiene muchos timbres de modernidad. Esa escritura de Jaime Barrera Parra retrata la ciudad que le tocó vivir. Fue un gran observador”.
