Muchas personas tardan días, meses e incluso años en tomar la decisión de transformar su vida a través del deporte. En el caso de Carlos Andrés Londoño Acosta la historia es distinta. Cuando se le mete algo en la cabeza no hay poder humano que lo haga dar un paso al costado.
Ya tiene 49 años de edad, pero por su condición física, sumado a sus gratos resultados en el ámbito internacional, aparenta menos.
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Este colombiano, radicado en Estados Unidos desde hace dos temporadas, se puede dar el lujo de decir que ha sido protagonista en cada reto atlético que ha asumido. El último de ellos en Alabama, durante una innovadora competencia de triatlón.
Su historia deportiva inició en el bicicrós, a sus 16 años. En la pista Antonio Roldán Betancur, donde se formaron los medallistas olímpicos Mariana Pajón, Carlos Oquendo y Carlos Ramírez, Londoño fue varias veces podio departamental y dio batalla en el ámbito nacional.
Luego pasó al ciclomontañismo, en la modalidad de cross country, en la que llegó a ser tercero en un Clásico El Colombiano.
Después hizo un nuevo clic y se enganchó con el downhill (disciplina en la que se desciende por montañas), siendo bronce en el Campeonato Latinoamericano en Copacabana-2007. En ese certamen de MTB también fue oro en fourcross (carreras de descenso en grupo).
A la vez, en downhill, llegó a estar en el Mundial en Brasil-2012, en el que terminó 23° tras una caída.
Luego, Carlos Andrés, esposo de Catalina Ruiz y padre de Martín (13 años, practica fútbol), pasó al enduro (combina la resistencia del cross-country y la técnica del descenso), modalidad en la que no solo fue campeón nacional y sexto en la Copa Mundo en Manizales 2018, sino que fue el creador de la revista Biker así como de la recordada Copa Nacional de esta especialidad, en la que también formó el Biker Enduro Team Trek y le abrió la puerta a varios pilotos para ser apoyados.
Por esos años, el bichito por seguir haciendo algo diferente también contagió a Carlos por practicar triatlón, siendo segundo en una Nacional en Guatapé en 2016, año en el que a la vez, sin tanta experiencia, compitió en el Ironman de Cartagena.
Pero más allá de los buenos resultados que ha logrado gracias a su versatilidad en las diferentes disciplinas, lo que mueve a Carlos es un sentimiento más profundo. Cuando se le pregunta qué significa para él seguir compitiendo a su edad, responde sin dudar: “Para mí la bici es un estilo de vida. Es lo que más alegrías me ha dado, lo que más triunfos y más satisfacción me genera”.
Su retiro, incluso, lo ve lejano. “Cuando estuve en el Mundial en Brasil, me impactó ver que había una categoría de 65 y 70 años. Yo veía a esos ‘viejitos’ enteros, disfrutando...Yo le pido mucho a Dios que me dé salud, porque yo quisiera estar corriendo a los 75 años”.
Indica que cuando hay convicción en lo que se desea, el cuerpo obedece lo que la mente le pide.
“Me di cuenta de que el cuerpo humano es una máquina impresionante, que se puede adaptar a los que se anhela. Vos no necesitás ser deportista de toda la vida para competir en algo. Así sea llegando de primero, de último o en cualquier puesto, si tenés dedicación y disciplina lo podés lograr. Solo se necesita salud y actitud”.
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En Alabama, por lo pronto, Carlos Andrés, quien tiene en Estados Unidos una agencia de marketing digital, acaba de ser protagonista durante los Campeonatos Nacionales de triatlón (XTerra).
En la novedosa competencia, que consta de 1.500 metros en un lago, 30 kilómetros de ciclomontañismo y 10 km en trocha, acaba de ser séptimo.
Con su energía intacta y nuevos retos en mente, como hacer gravel (modalidad que combina ciclismo de carretera con el de montaña), Carlos Andrés se ha convertido en ejemplo de inspiración para muchos deportistas en Colombia gracias a su disciplina, constancia y amor por la bicicleta.