Entre los futboleros, su nombre despierta odios y amores. Los hinchas de Atlético Nacional lo adoran. Algunos de otros equipos lo admiran porque es un futbolista realmente bueno. En otros clubes –sobre todos los clásicos rivales del elenco verdolaga–, no le tienen mucha simpatía.
Marino Hinestroza es, para muchos, el mejor jugador del fútbol profesional colombiano. El caleño de 22 años, marca la diferencia cuando tiene el balón en sus pies: es veloz –demasiado– y tiene la habilidad de un futbolista brasileño. Por eso casi siempre gana los duelos mano a mano.
¿Cuál fue la polémica declaración de Marino en El Campín?
Hinestroza es un hombre de sangre caliente. Tiene un carácter fuerte, que ha sido una de sus grandes virtudes, pero también su harakiri. El extremo ha dicho, sin titubeo, que es un ganador nato y está convencido de eso. También, que le gusta pedirle apoyo a los aficionados y que es “agrandado”.
“Estoy cansado de que seamos humildes y no ganemos nada”, aseguró después de conseguir el título de Liga con Nacional en diciembre de 2024. Sin embargo, tiene momentos en los que su forma de actuar genera polémica. El domingo, después del final del partido en El Campín, ocurrió una de ellas.
En la zona mixta del escenario bogotano, donde por lo general los futbolistas atienden las preguntas de los periodistas de diferentes medios de comunicación, esperaban a Hinestroza varios reporteros para preguntarle por el partido contra Millonarios, sus impresiones, la Selección Colombia –seguro–, entre otros temas.
Sin embargo, el futbolista no habló. Y eso es normal. Hay jugadores que, después de un resultado adverso, no dan su voz a la prensa. Pero lo que generó polémica fueron unas palabras de Hinestroza: “cuando digan las noticias bien, les doy entrevistas”, dijo el jugador de Nacional mientras caminaba con rumbo al bus del elenco antioqueño.
En la última visita de Nacional a Millonarios en Bogotá, Marino fue objeto de una polémica por su típica celebración, en la que se limpia la boca –o lo emula–, con el banderín de tiro de esquina, que cuando juega de visitante tiene los colores del equipo rival. En ese mismo encuentro, además, el futbolista fue víctima de gritos racistas por parte de la hinchada azul. ¿Lo que dijo fue una forma de “sacarse la espinita” con los bogotanos? Quizás. No se sabe. Todo es especulación. ¿Lo único cierto? Marino no habló.