El próximo 7 de agosto, Sara Lizeth López García, una joven migrante y estudiante colombiana de 20 años, esperaba casarse con su prometido, Santiago Ruiz Castilla, en una ceremonia que sellaría su futuro en Estados Unidos.
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Sin embargo, el destino tuvo otros planes. El pasado 21 de mayo, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) irrumpieron en su hogar en Long Island, deteniéndola a ella, su madre y hermano menor en una redada que, irónicamente, buscaba a una persona que ni siquiera residía en la vivienda.
La inesperada intervención no solo acabó con los planes de boda de Sara, sino que también desató una ola de indignación y apoyo a su favor tras conocer su desafortunada historia.
Ella es una estudiante destacada en la escuela Suffolk County Community College y participaba en diferentes actividades comunitarias y de mentoría. Todo se dio en medio de las acciones migratorias lideradas por el gobierno del presidente Donald Trump.
A pesar de no tener antecedentes penales y estar en pleno proceso de regularización migratoria, Sara y su madre fueron trasladadas a un centro de procesamiento del ICE en Basile, Louisiana, a más de 2.200 kilómetros de su hogar, mientras su hermano menor permaneció en Nueva York.
Un error que tuvo graves repercusiones
Todo ocurrió durante la mañana del 21 de mayo, la vida de la familia López García dio un giro inesperado. Según reportó de Newsweek, la redada de ICE tenía como objetivo a una persona completamente ajena a la familia.
“ICE ni siquiera los estaba buscando a ellos, sino a alguien completamente ajeno que no vivía en su dirección” lamentó Santiago Ruiz Castilla, prometido de Sara, quien inició una colecta en GoFundMe para cubrir los costos legales de la situación legal de su pareja.
Santiago, además, destacó que Sara no solo es una joven sin antecedentes, sino que también estaba haciendo lo correcto al seguir todo su proceso y colaborar con las autoridades.
“Ahora están siendo enviados a Luisiana para esperar un juicio, a pesar de que ella está actualmente en el proceso de obtener su residencia permanente. Lo que es aún más desgarrador es que el ICE ni siquiera las buscaba a ellas, sino a alguien que no tenía nada que ver y que no vivía en su domicilio”, continuo en su mensaje.
Y es que, al parecer, ella contaba con un permiso de trabajo y número de seguro social, ya que había recibido el estatus de Inmigrante Juvenil Especial, una protección legal diseñada para jóvenes migrantes que han sufrido abandono o abuso.
“Tanto la madre como la hija son mujeres trabajadoras que llegaron a este país con el sueño de construir una vida mejor. Siempre han dado a su comunidad con el corazón abierto, y ahora necesitan nuestro apoyo más que nunca”, detalló el comunicado de Santiago.
Además, su proceso para obtener la “green card” estaba en marcha, lo que hace que su detención sea aún más incomprensible para su entorno académico y social, quienes pidieron por su liberación y el respeto a sus derechos.
“Como su prometido, estoy pidiendo ayuda para recaudar fondos para sus honorarios legales para que puedan luchar por permanecer juntos y volver a casa. Cualquier contribución, grande o pequeña, marcará la diferencia”, concluyó el joven.
De acuerdo con las autoridades, la joven actualmente se encuentra en el Centro de Procesamiento del Sur de Luisiana, resolviendo toda su situación legal, a la espera de una audiencia migratoria, pero al parecer, la boda no se realizará por ahora.
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