Bajo la presión de Estados Unidos, que se opone fuertemente a las políticas del presidente colombiano Gustavo Petro, el Consejo de Seguridad de la ONU restringió este viernes el mandato de su misión de mantenimiento de la paz en Colombia.
La resolución, aprobada con 12 votos a favor y dos abstenciones (Estados Unidos y Rusia), extiende el mandato de la Misión de Verificación en Colombia hasta el 31 de octubre de 2026, pero lo centra en su función principal de apoyar la verificación y el seguimiento del acuerdo de paz de 2016.
Creada tras el pacto entre la extinta guerrilla de las FARC y el gobierno del entonces presidente y Nobel de la Paz Juan Manuel Santos, esta misión política de la ONU supervisa la implementación de lo acordado, que condujo al desarme de miles de guerrilleros.
Su mandato se amplió posteriormente, en particular para incluir el seguimiento de las decisiones judiciales relacionadas con el conflicto y las disposiciones para la protección de las minorías étnicas del país.
A principios de octubre, el embajador de Estados Unidos ante la ONU, Mike Waltz, criticó las políticas “irresponsables” del presidente Petro y puso en duda el apoyo estadounidense a la renovación de la misión. Argumentó que su mandato se había ampliado “para reflejar excesivamente las prioridades políticas”, en particular el “apoyo a los grupos étnicos minoritarios”.
Ante el riesgo de un veto estadounidense, el Consejo de Seguridad, cuyos miembros en su mayoría expresan un firme apoyo a la misión, llegó a un acuerdo y redujo sus responsabilidades.
“Riesgo de impunidad”
El viernes, Estados Unidos elogió a Reino Unido, que redactó la resolución, por “reorientar” el mandato de la misión. “Estados Unidos aún tiene importantes reservas sobre el proceso de paz colombiano, incluyendo el deterioro de la situación de seguridad y el riesgo de impunidad para terroristas y narcotraficantes”, declaró Waltz el viernes al fundamentar su abstención.
La semana pasada, Washington anunció sanciones contra Petro, su hijo, su esposa y su ministro del Interior, acusándolos de no haber logrado frenar la producción de cocaína en el país.
A fines de septiembre el gobierno de Donald Trump había revocado la visa del presidente colombiano luego que este participara en una manifestación propalestina al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York e instara a las fuerzas armadas estadounidenses a “desobedecer”.
La embajadora colombiana ante la ONU, Leonor Zalabata Torres, recalcó que Colombia, como “la gran mayoría de los miembros” del Consejo de Seguridad, deseaba preservar “la dimensión étnica y de justicia transicional del mandato” de la misión. No obstante, celebró esta renovación, aunque limitada, que representa “un estímulo para perseverar en la búsqueda de la paz”, dijo.
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