El Senado estadounidense rechazó por un estrecho margen un proyecto de ley que buscaba obligar al presidente Donald Trump a obtener la aprobación del Congreso antes de ordenar operaciones militares en Venezuela, en vista de los ataques estadounidenses en el Caribe.
La medida, impulsada principalmente por legisladores demócratas que se hundió con una votación de 49 votos a favor y 51 en contra, buscaba regular el uso de la fuerza militar estadounidense en medio de los ataques contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en aguas del Caribe y el Pacífico latinoamericano.
El senador Adam Schiff había afirmado que el gobierno de Trump “está preparando el terreno para una posible acción militar en Venezuela”, por lo que impulsaría la votación para “bloquear este uso no autorizado de la fuerza militar”.
“El Congreso debe ejercer su autoridad para impedir que Estados Unidos se vea arrastrado a una nueva guerra”, agregó.
Estas operaciones, iniciadas bajo el argumento de combatir el tráfico de drogas procedente de Sudamérica, han causado la muerte de casi 70 personas en al menos 17 ataques.
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El senador demócrata Tim Kaine, uno de los promotores de la iniciativa, había advertido a inicios de octubre sobre los riesgos de una escalada bélica impulsada desde el Ejecutivo sin control legislativo.
“Los estadounidenses no quieren más guerras. ¿Pero qué está haciendo Trump? Lanzando ataques ilegales en el Caribe y amenazando con una escalada aún mayor, poniendo en riesgo a nuestros militares”, declaró Kaine, quien ha insistido en la necesidad de restaurar los controles constitucionales sobre el poder de guerra presidencial.
Por su parte, el senador republicano Rand Paul —uno de los pocos miembros de su partido que votó a favor de la medida— también cuestionó la estrategia militar de Trump.
“Sí, Maduro es un dictador. Pero hay muchos dictadores en el mundo, y eso no significa que debamos enviar estadounidenses a luchar contra todos ellos. Una guerra en Venezuela corre el riesgo de fortalecer a los mismos cárteles que intentamos derrotar y provocaría migraciones masivas en nuestro propio territorio. Y lo más importante, la Constitución es clara: solo el Congreso puede autorizar la guerra”, afirmó Paul en su cuenta de X.
Sin embargo, la mayoría republicana en la Cámara Alta respaldó la política del presidente, argumentando que las operaciones contra el narcotráfico en Latinoamérica son parte de la defensa nacional estadounidense.
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