Para nadie es un secreto que Trinidad, o más conocido como Barrio Antioquia, ha cargado por décadas con el estigma de ser el epicentro de distribución de drogas en Medellín, a pesar de tener también una comunidad de vecinos resiliente que habita un barrio con más de 100 años de historia del cual han salido artistas, deportistas y emprendedores.
Pero la realidad es que el tráfico de estupefacientes se ha segmentado en la ciudad, tanto geográficamente como por tipo de sustancia, haciendo que el trabajo de las autoridades para desmantelar redes de tráfico sea aún más compleja.
Según cifras de la Secretaría de Seguridad, ocho barrios han concentrado la mayor cantidad de incautaciones de estupefacientes este año. Efectivamente, Barrio Antioquia sigue siendo el gran foco de la distribución de droga en la ciudad. Precisamente, uno de los últimos operativos allí arrojó la captura de Jerson Daniel Valbuena Montoya, Leidy Laura Escobar Amaya y Wendy Yullie Montoya Atehortúa, tras hallar en su poder, en la vivienda en la que se encontraban, 389 gramos de marihuana, 278 gramos de cocaína y cinco gramos de 2CB, todos dosificados para su venta el menudeo.
“Esas residencias son utilizadas para el almacenamiento y comercialización de sustancias psicoactivas, según información recibida por los habitantes del sector, quienes están preocupados por el incremento de la inseguridad y la venta desbordada de los mismos. Los inmuebles son compartidos por los propietarios de las plazas de vicio”, aseguró la fiscal que les imputó cargos por el delito de tráfico de estupefacientes.
En Barrio Antioquia es donde más bazuco y cocaína pura se incautan en la ciudad. Solo en 2025, las autoridades decomisaron en Trinidad 9.9 kilos de base de cocaína, seguido por Estación Villa, en zona de influencia del llamado Bronx, en el Centro de Medellín, donde han incautado 7,3 kilos de base de cocaína; y por barrio Naranjal, en la comuna Laureles-Estadio, donde encontraron 3,2 kilos de este producto.
En cuanto a cocaína pura, las autoridades sacaron de las calles 65,9 kilos este año, hallados en Trinidad (15,3 kilos); Estación Villa (7,7 kg); y Granizal, en Manrique, (2,9 kg).
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Guayabal sigue siendo el clúster de la marihuana en la capital antioqueña. De 292 kilos de esta droga, fueron incautadas casi 200 en Barrio Antioquia, seguido de Robledo Aures y Campoamor.
En cuanto a la heroína, la poca que ha caído en manos de las autoridades este año (menos de un kilo), estaba lista para ser distribuida en la zona más deprimida del Centro de Medellín. De la Oriental hacia abajo. Hay que recordar que el Distrito de Medellín, y más concretamente la pasada alcaldía de Daniel Quintero y la actual de Federico Gutiérrez, no han cumplido a cabalidad con la sentencia del Consejo de Estado de acabar con el llamado Bronx, en Cúcuta con Zea, y restablecer las condiciones que existían en esta zona siete años atrás, cuando se permitió que se asentara allí la población de habitantes de calle y las redes de microtráfico desplazando a comerciantes de toda la vida.
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Llamó la atención en el informe la aparición de San Antonio de Prado como epicentro de distribución de bazuco. Allí las autoridades encontraron este año 8,4 kg de bazuco, incluso más que el encontrado en Barrio Antioquia (6,9 kg). Esto tendría que ver con una expansión de la actividad criminal de grupos delincuenciales en el corregimiento.
Finalmente, la distribución de drogas sintéticas se reparten entre Florencia, en Castilla (4,6 kg); Campo Valdes; Aranjuez (3,2 kg); y San José de la Cima, Manrique (2,8 kg). Esto tiene sentido si se tiene en cuenta que la Comuna 4 se estableció hace poco menos de una década como la zona “pionera” en producción de drogas sintéticas. Allí los llamados capos invisibles encontraron refugio para la producción y para desplegar sus redes de distribución de productos como el tusi. Pero también se produce y comercializa ketamina, popper, DIC, laidys, molly o polvo de éxtasis, marihuanas sintéticas.
“Estas sustancias estaban destinadas a la distribución en entornos escolares y parques del corregimiento, afectando gravemente la seguridad y la salud de nuestros jóvenes”, señaló el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa.