Un logro científico de la sede Medellín de la Universidad Nacional y que permite limpiar las aguas contaminadas con petróleo en apenas pocas horas, acaba de recibir la patente de invención de la Superintendencia de Industria y Comercio.
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El avance protegido corresponde al método desarrollado por el Grupo de Investigación en Fenómenos de Superficie Michael Polanyi de la Facultad de Minas. Este se basa en un soporte carbonoso sobre el cual se inmovilizan bacterias (Pseudomonas aeruginosa) transformando los hidrocarburos contaminantes y que quedan en las aguas que se emplean en la extracción de este combustible en productos menos tóxicos y de menor peso molecular.
El desarrollo consiste en un polvo de base carbonosa con microporos y macroporos. FOTO: CORTESÍA
“Ese microorganismo se seleccionó después de identificar qué especies crecían en esos hábitats y cuáles de ellas podrían mantenerse a nivel de laboratorio para alojarlas en el material carbonoso diseñado con ese propósito”, explicó la ingeniera biológica Karol Zapata, magíster, doctora en biotecnología de la Universidad Nacional y actualmente pasante de postdoctorado, quien hizo parte del equipo de investigación.
Los otros inventores son Benjamín Alberto Rojano, Camilo Andrés Franco Ariza, Sergio Hernando Lopera Castro, Farid Bernardo Cortés Correa y Francisco Carrasco Marín.
El desarrollo consiste en un polvo de base carbonosa con microporos y macroporos que constituyen espacios aprovechados tanto para recibir los hidrocarburos como para alojar los microorganismos encargados de administrar el remedio.
Su importancia radica en que en el proceso de extracción de petróleo, por cada barril del combustible se emplean de tres a cinco barriles de agua y aunque esa industria dispone de baterías de tratamiento, hay muchos contaminantes difíciles de detectar y remover dadas sus bajas concentraciones. La actuación del producto se da en apenas 24 horas
Pero, adicionalmente, según indicó la ingeniera Zapata, el mismo polvo se podría aplicar en otros sectores productivos simplemente variando los microorganismos biorremediadores.
¿Cómo se logró el novedoso polvo?
La científica añadió que en este caso fabricaron un xerogel (sólido poroso) en el laboratorio, mediante dos procesos: uno de reacción química para formar redes de polímeros (polimerización) y otro de pirólisis para la descomposición térmica de materiales orgánicos en ausencia de oxígeno y generar los poros.
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Una cualidad del compuesto obtenido es la versatilidad y la inocuidad y para completar, de acuerdo con el protocolo de síntesis que se utilice es posible definir las características finales como su naturaleza química (básica, ácida o neutra) y porosidad.
Una ventaja más de usar el carbón en este proceso es la eficiencia, pues por cada gramo de ese elemento que se emplee se puede encontrar un área disponible porosa de 500 hasta mil m².
“Eso es como albergar en un gramo del material una cancha de microfútbol”, explicó la doctora Zapata.
La certificación que la Superindustria le dio a la metodología denominada “Proceso de elaboración de biopelículas a partir de un xerogel de carbón micro-macroporoso funcionalizado con grupos catiónicos e inmovilizado con Pseudomonas aeruginosa” estará vigente hasta octubre de 2040.