Ante la alta demanda de viajes por Año Nuevo, el Gobierno pidió a aerolíneas y empresas de transporte respetar los techos tarifarios para proteger a los usuarios. Los gremios respaldaron la medida con el objetivo de cuidar a los pasajeros, pero recordaron que en Colombia rige un esquema de libertad tarifaria desde 2012.
La Unidad Administrativa Especial de la Aeronáutica Civil (Aerocivil), por directrices de la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, realizó una solicitud formal a todas las aerolíneas comerciales que operan en Colombia para que mantengan la responsabilidad social y tarifaria durante la temporada de fin de año.
Según la autoridad aeronáutica, en un periodo en el que la demanda de viajes se incrementa de manera significativa, la prioridad es garantizar la accesibilidad y la protección de los pasajeros. Por ello, instó a las compañías aéreas a conservar y respetar estrictamente los techos tarifarios establecidos y a abstenerse de aplicar incrementos injustificados en los precios de los tiquetes.
La Aeronáutica Civil anunció que adelanta un monitoreo cercano de las tarifas publicadas con el objetivo de que la temporada de fin de año sea una época de reencuentro familiar. En este contexto, reiteró que los pasajeros deben ser el eje central de todas las decisiones operacionales y comerciales, y agradeció la colaboración del sector aéreo con este compromiso compartido.
El llamado del Gobierno se da en medio de una de las temporadas de mayor movilidad del año. El Ministerio de Transporte proyecta una movilización masiva de pasajeros y vehículos en todo el país durante el cierre de 2025 e inicio de 2026, lo que representa una alta exigencia para el sistema de transporte terrestre, aéreo y la red vial nacional.
Entre el 25 de diciembre de 2025 y el 1 de enero de 2026 se estima la movilización de 2.307.130 pasajeros desde las terminales de transporte terrestre habilitadas, a través de 215.749 vehículos. En el modo aéreo, entre el 19 de diciembre de 2025 y el 5 de enero de 2026, se proyecta el desplazamiento de 3.280.652 pasajeros, de los cuales 1.293.910 serían internacionales y 1.986.742 nacionales.
La presión sobre las carreteras también ha sido significativa. Entre el 1 y el 28 de diciembre de 2025, más de 25,47 millones de vehículos transitaron por los peajes del país, superando la cifra del mismo periodo de 2024, cuando se registraron 24,88 millones.
“Estamos frente a una de las temporadas de mayor movilidad del año. Millones de pasajeros y vehículos se están desplazando por tierra, aire y carretera, y desde el Ministerio de Transporte estamos preparados para acompañar esta operación y proteger la vida y los derechos de los usuarios”, afirmó la ministra Rojas.
Frente a este escenario de alta demanda, el Ministerio de Transporte reiteró su llamado a las empresas de transporte terrestre y aéreo para que respeten el techo tarifario como una medida clave para proteger la economía de las familias colombianas.
“La autorregulación, el cumplimiento de la norma y la transparencia con el usuario contarán con el respaldo e incentivos del Gobierno Nacional”, señaló la ministra, al subrayar que estas prácticas son fundamentales en una temporada de alta sensibilidad para los consumidores.
Por su parte, en su cuenta de X el presidente Gustavo Petro terció en el tema señalando que el tema del precio de los tiquetes aéreos está en Aeronaútica Civil. “Si se entrega a un cuasimonopolio: los slots, o puertas de salida de los aeropuertos a una empresa extranjera, está inmediatamente, pondrá precios de monopolio a los pasajeros colombianos en su mayoría. La solución es más competencia, es decir más aerolíneas, incluida Satena, la verdadera empresa nacional de aviación civil, teniendo derecho a slots”.
El mandatario insistió en que la palabra clave para bajar precios se llama: democratización de los slots y en esta materia, la Aeronáutica Civil debe hacer una política de prioridad: “más slots, más aeropuertos turísticos en la belleza de Colombia, más aerolíneas compitiendo de todo el mundo y de Colombia también, que garanticen la conectividad con los cinco continentes”.
Igualmente, Petro anotó que “el segundo esfuerzo de la Aerocivil articulada a la UIAF y la Fiscalía, es acabar las estructuras de la mafia a su interior. No más radares que se apagan a voluntad. Hay un silencio investigativo total sobre la salida de cocaína desde los aeropuertos del país y la entrada de contrabando que es el lavado de sus dólares: ojo, el de Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Santa Marta. Las concesiones privadas han ayudado por su falta de interés, a la narcotización de la aviación”.
En representación de las aerolíneas afiliadas a la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), el gremio respondió al pronunciamiento del Ministerio de Transporte. En su comunicación, IATA manifestó que comparte plenamente el objetivo de proteger los derechos de los usuarios, garantizar condiciones de equidad y evitar prácticas que afecten a los viajeros en una de las temporadas de mayor demanda del año.
No obstante, recordó que Colombia cuenta con un régimen de libertad tarifaria desde 2012, cuando se eliminaron los pisos y techos tarifarios del ordenamiento jurídico. Según el gremio, esta decisión respondió a la evidencia internacional de que la competencia es el principal habilitador de precios bajos en el mercado aéreo, al incentivar la entrada de más competidores y mejorar la conectividad en beneficio de los pasajeros.
IATA señaló que este enfoque ha sido respaldado por entidades como la Aeronáutica Civil, la Superintendencia de Industria y Comercio y la Superintendencia de Transporte, y que un mercado competido suele ofrecer mejores precios y más opciones para los usuarios.
De acuerdo con cifras del sector, desde la desregulación del mercado la tarifa promedio de los tiquetes domésticos, sin impuestos, ha disminuido un acumulado de 37,8%, lo que equivale a una reducción anual promedio de 3,6%. En las rutas internacionales, la disminución acumulada ha sido de 34,9%, con un promedio anual del 3,2%.
El gremio advirtió que un control de precios podría generar efectos negativos, como el encarecimiento del servicio, la limitación de la conectividad y la creación de barreras para el ingreso de nuevas aerolíneas, afectando especialmente a los usuarios con menor poder adquisitivo. Según estudios citados por IATA, el 75% de los pasajeros del transporte aéreo en Colombia pertenecen a los estratos I y II, lo que refleja una democratización del servicio en los últimos años.
IATA también destacó que, mientras las tarifas han bajado, los costos e impuestos del sector no han seguido la misma tendencia. Actualmente, el 28,4% del valor de un tiquete doméstico corresponde a impuestos y tasas, porcentaje que asciende al 51,5% en los vuelos internacionales, cifras superiores al promedio global y regional.
Por ello, el gremio propuso revisar el esquema tributario, reducir el IVA sobre los tiquetes y el combustible de aviación, racionalizar los costos del combustible y de las tasas aeroportuarias, y avanzar en la mejora de la infraestructura aeroportuaria para ofrecer mejores condiciones operativas y de servicio a los usuarios.
En su pronunciamiento final, IATA reiteró la importancia de mantener un equilibrio entre la protección de los usuarios y el régimen de libertad tarifaria vigente. El gremio solicitó un espacio de diálogo con las autoridades para trabajar de manera conjunta en la competitividad del sector, el acceso al transporte aéreo y el crecimiento social, en una temporada marcada por cifras históricas de movilidad y alta demanda de viajes.
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