Este viernes 13 de junio el Gobierno Nacional revelará su Marco Fiscal de Mediano Plazo, Mfmp. Este documento está en la mira de las calificadoras de riesgo para emitir sus notas crediticias, que son determinantes para la confianza en la solidez de la economía nacional.
La cuestión es que ese documento es casi como una “biblia” para el manejo de las finanzas estatales porque ahí se definen las proyecciones macroeconómicas y fiscales del país en los próximos años.
La óptica de los conocedores de la economía no es favorable al respecto. Eso porque hay una versión que está tomando fuerza en medios de comunicación, la cual apunta a que el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) brindará luz verde al Ministerio de Hacienda para suspender la regla fiscal por medio de una cláusula de escape, por lo que dicha estrategia desaparecería del Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Sin embargo, el Gobierno Nacional no ha desmentido ni confirmado esa información; de hecho, aplazó su rueda de prensa para dar claridad sobre el tema para este viernes.
Aun así, las advertencias de los analistas no se han hecho esperar. Y es que la regla fiscal es un mecanismo que garantiza el buen manejo de las finanzas públicas. Establece un tope para que el Gobierno no gaste y tampoco se endeude más de lo que debe y, por ende, su desactivación causa malestar por el riesgo que supone.
Es un mal mensaje
Andrés Velasco, presidente de Asofondos, manifestó que en caso de ser cierta la activación de la cláusula de escape, entonces se estaría enviando un mensaje nada positivo para las cuentas estatales.
La cuestión es que las calificadoras de riesgo como Standard & Poor’s (S&P Global Ratings), Moody’s Investors Service y Fitch Ratings, siempre están evaluando de manera general la capacidad de los gobiernos para cumplir con las deudas que asumen.
Velasco manifestó que la inquietud de estas agencias obedece al ritmo con que se está acumulando la deuda colombiana en los último años, pero también sobre su nivel.
De hecho, solo para tener una idea, la deuda externa de este país creció 3,56% a corte de marzo de este año en comparación con el saldo del mismo mes del 2024. Eso porque dicho pasó de ser 196.280 millones de dólares a 203.285 millones , 48,1% del Producto Interno Bruto, PIB. Se estima que el crecimiento es casi del 10% en los tres últimos años.
“El mensaje de utilizar la cláusula de escapé da a entender que se va a generar más déficit. Además, partiendo de un déficit que ya era alto. Ese mayor faltante implica un mayor ritmo de endeudamiento, y afecta a las dos variables que han tenido preocupadas a las calificadoras”, indicó Velasco.
Moody’s dice que es negativo
De hecho, Moody’s, una de las agencias más reputadas del mundo, dejó ver su desaprobación sobre la posible suspensión de la regla fiscal.
En conversación con Valora Analik, Renzo Merino, analista soberano de Moody’s para Colombia, calificó como “negativa” la activación de la cláusula de escape. En su concepto, esa decisión confirma el deterioro del déficit.
En otras palabras, está advirtiendo que la situación fiscal será débil y con indicadores de deuda preocupantes.
Hay que recordar que Moody’s actualmente tiene una nota crediticia de Baa2 para Colombia, pero hace un año redujo la perspectiva de “estable” a “negativa”.
El temor de los analistas es que la calificadora no solo quiera rebajar la calificación, sino que también cambie la perspectiva de la nota.
Pérdida de confianza
No es para menos la alerta de dicha calificadora. Pues si el MinHacienda confirma la suspensión, entonces el Presupuesto General de la Nación, PGN del 2026 y el 2027 tendrá que destinar mayores recursos al pago de intereses.
“Al tener menos espacio en el presupuesto, Moody’s también empieza a analizar factores como cuál va a ser el equilibrio político que va a permitirle al Gobierno cumplir con esas obligaciones de deuda, cuando ya se estarían pagando cerca de 100 billones en intereses este año”, sentenció el presidente de Asofondos.
Para José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, el resultado final de un deterioro en la calificación y la perspectiva crediticia haría que para el país sea cada vez más costoso endeudarse, lo que implica menos recursos para la inversión social de los ciudadanos.
Pero eso no es todo, el exministro vaticinó que toda esta cadena de decisiones se resume en “una pérdida profunda de credibilidad en el manejo de la política económica del país”.
Y con eso de fondo, solo restaría esperar menos inversión extranjera y privada. La óptica de los expertos no es otra que dar varios pasos atrás en la confianza de la economía como país.
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