Este miércoles 11 de junio arranca en el Senado de la República el cuarto y último debate de la reforma laboral, en un contexto marcado por una situación inédita en los últimos años en Colombia: la curul del senador Miguel Uribe Turbay estará desocupada, tras ser víctima de un atentado el pasado sábado 7 de junio.
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El presidente del Senado, Efraín Cepeda, afirmó que hay “total voluntad de las bancadas para sacar adelante una reforma laboral que le dé garantías a los trabajadores formales, pero que también tenga en cuenta los informales (...) y a los desempleados”.
Según Cepeda, las bancadas están comprometidas a trabajar “todo el día y la noche si es necesario” con el objetivo de avanzar significativamente en el trámite de la reforma laboral e, incluso, dejarla aprobada antes de que pase a la etapa de conciliación con la Cámara de Representantes.
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El congresista también reveló que, una vez surtido el debate de la reforma laboral, seguirán con la discusión de la consulta popular 2.0, la cual podría ser votada este jueves 12 de junio o, como máximo, el lunes 16.
Cabe anotar que el Senado deberá revisar y votar el proyecto antes del cierre de la actual legislatura, que finaliza el próximo 20 de junio.
¿Cómo llega la reforma laboral al Senado?
La reforma laboral continúa siendo objeto de un intenso debate. Mientras el legislativo discute su contenido, el Gobierno Nacional insiste en impulsar su aprobación a través de un mecanismo de participación ciudadana: la consulta popular.
Esta iniciativa, que también aborda temas del sistema de salud, ha sido radicada nuevamente en el Senado, marcando la segunda vez que el Ejecutivo solicita su aprobación.
El pasado 28 de mayo el proyecto pasó su debate en la Comisión Cuarta del Senado. La votación cerró con 13 votos a favor y 2 en contra.
Estos son los puntos más álgidos de la discusión:
Recargos: se propone que el recargo nocturno empiece a aplicarse desde las 7:00 p.m. (actualmente es a partir de las 9:00 p.m.). Además, los recargos por trabajo dominical y festivo pasarían del 75% al 100%.
Formalización laboral: la reforma busca incorporar al empleo formal a poblaciones tradicionalmente excluidas, como madres comunitarias, manipuladoras del Programa de Alimentación Escolar (PAE), deportistas, artistas, periodistas y trabajadores del sector de las artes plásticas y visuales.
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Jornada laboral: se plantea la posibilidad de implementar una jornada de cuatro días de trabajo por tres de descanso. Esto podrá hacerse una vez se amplíe la jornada diaria, siempre y cuando haya acuerdo entre el trabajador y su empleador.
Estudiantes de medicina: aquellos que estén en su último año y realicen prácticas clínicas de tiempo completo en hospitales o centros de salud recibirán un salario mínimo mensual y estarán afiliados a seguridad social.
Contratación: se promueve la cotización por tiempo e ingresos parciales, el pago mensual de primas y cesantías, y la formalización de trabajadores independientes con ingresos bajos. También se contemplan subsidios para incentivar la contratación de jóvenes, mujeres y personas mayores de 50 años.
Contrato a término indefinido: será la forma contractual preferente. Los contratos a término fijo tendrán un límite de cinco años, y se establecerán garantías específicas para proteger a personas en condición de discapacidad, mujeres embarazadas y trabajadores próximos a pensionarse.
Estudiantes del Sena: la remuneración durante la fase lectiva aumentará del 50% al 75% del salario mínimo, y en la etapa práctica pasará del 75% al 100%. Además, quienes tengan un contrato especial de aprendizaje estarán afiliados a pensión, salud y riesgos laborales como trabajadores dependientes.