El mercado inmobiliario en Colombia arrancó el año con cifras positivas en cuanto a la compra de vivienda: las ventas de casas nuevas crecieron 47,5% en unidades y 44% en valor frente al mismo periodo del año pasado, impulsadas principalmente por el segmento de Interés Social (VIS), que creció 41,8%, muy por encima del 25,7% registrado por el No VIS.
Así lo reveló un informe reciente del portal Ciencuadras, que atribuye este comportamiento a una combinación de factores: inflación controlada, menores tasas de interés para créditos hipotecarios y una oferta amplia de vivienda nueva.
Puede leer: En Medellín, una familia necesita más de $8,1 millones para vivir al mes
“En particular, la VIS ha sido protagonista, facilitando el acceso a miles de familias jóvenes que sueñan con su primera casa”, explicó Mauricio Torres Romero, gerente de Ciencuadras.
Cambio en las preferencias, ¿quiénes están comprando casa?
Uno de los movimientos más destacados del último año ha sido el aumento en la preferencia por casas, cuya participación en las ventas creció de 12,6% a 21,8%. Este repunte refleja un cambio en las prioridades de los compradores, especialmente de familias jóvenes que buscan más espacio y mejores condiciones de pago.
En contraste, los apartamentos perdieron terreno, con una caída de 5,21 puntos porcentuales, al igual que otras tipologías de inmuebles que también vieron disminuir el interés por parte de los compradores.
Entérese: Medellín ya está más cara que Bogotá: arriendos son 7% más altos
Este cambio en las preferencias está siendo impulsado, sobre todo por familias jóvenes que buscan más espacio y mayores facilidades para cubrir la cuota inicial, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de casas frente a otras opciones como los apartamentos.
Además, este comportamiento ha sido respaldado por la reciente baja en las tasas de interés hipotecarias, que ha mejorado notablemente las condiciones de acceso al crédito. Esto no solo ha facilitado la compra de vivienda, sino que también ha contribuido a reactivar el mercado inmobiliario en su conjunto.
Le interesa: Precio de apartamentos creció 1,64 veces más que el de las casas
De hecho, el informe muestra que, en el primer trimestre de 2025, las tasas de interés para créditos hipotecarios mostraron una clara tendencia a la baja frente al mismo periodo del año anterior. La disminución se observó tanto en el segmento de Vivienda de Interés Social (VIS) como en el No VIS, y en ambas modalidades de financiación: UVR y pesos.
En el caso de la vivienda VIS, la reducción ha sido significativa. La tasa promedio en UVR pasó de 15,08% en marzo de 2024 a 11,36% en marzo de 2025, lo que representa una caída de 3,72 puntos porcentuales (equivalente a -24,67%). Por su parte, la tasa en pesos descendió de 13,65% a 11,72%, es decir, una reducción de 1,93 puntos (-14,14%).
Más noticias: Colombia vive en alquiler: es el país de América Latina con más hogares pagando arriendo
Una dinámica similar se observa en la vivienda No VIS. En esta categoría, la tasa promedio en UVR se redujo de 16,73% a 12,86%, con una baja de 3,87 puntos porcentuales (-23,07%). Mientras tanto, la tasa en pesos retrocedió de 15,88% a 12,01%, lo que representa una variación de -24,37% (3,87 puntos menos).
Esta tendencia descendente en las tasas de interés mejora las condiciones de acceso al crédito para la compra de vivienda, lo que podría seguir impulsando la recuperación del sector inmobiliario durante el resto del año.
¿Qué buscan los jóvenes a la hora de comprar vivienda?
Con más de 12 millones de personas entre los 15 y 29 años, los jóvenes representan alrededor de una cuarta parte de la población colombiana. En ciudades como Bogotá, por ejemplo, constituyen el 26,8% de los habitantes, lo que evidencia no solo su peso demográfico, sino también su creciente impacto en la vida urbana y en el comportamiento del mercado inmobiliario.
De acuerdo con un estudio de Fincaraíz, una de las características de esta generación es mantener una visión más exploradora del mundo en la que la experiencia que acompaña cada momento es crucial, todo esto sin dejar de lado su proyecto de vida.
Haber crecido en un entorno digital ha hecho que la conectividad sea una prioridad para los jóvenes. El acceso a internet es esencial en su día a día, así como el uso constante de celulares, portátiles y tabletas, herramientas clave en su rutina personal, académica y laboral. Las redes sociales también juegan un papel central en su vida cotidiana.
Además, prefieren evitar desplazamientos largos. Optan por movilizarse en bicicleta, a pie o en vehículo propio, lo que hace que valoren especialmente las zonas con buena conectividad vial e infraestructura para ciclistas y peatones.
También buscan proyectos que ofrezcan espacios y zonas comunes bien equipadas. Entre las más valoradas están los bicicleteros, zonas verdes, áreas BBQ, parques, zonas de juegos, coworking, piscina y hasta mesas de billar, ya que permiten equilibrar la vida personal, laboral y social sin salir del entorno residencial.
Vea también: Extranjeros están comprando 1 de cada 4 viviendas que se ofertan en Medellín: esta es la historia
Asimismo, los millennials priorizan la ubicación y el precio. Si el proyecto está cerca de un entorno natural o cuenta con acceso a espacios verdes, es aún más atractivo, especialmente para quienes tienen mascotas.
Ciudades con mayor interés para la compra de inmuebles
Entre 2024 y 2025, Bogotá se mantuvo como la ciudad con mayor interés para la compra de vivienda, al pasar del 40,2% al 41,5% del total de búsquedas a nivel nacional. Sin embargo, Medellín fue la que mostró el mayor crecimiento, con un salto significativo del 5,3% al 15,1%, es decir, un aumento de 9,8 puntos porcentuales.
Otros municipios del Valle de Aburrá también registraron avances. Sabaneta, Bello e Itagüí, aunque partieron de cifras bajas (menos del 1%), duplicaron su participación hasta acercarse al 2%, lo que refleja un creciente interés en zonas aledañas a la capital antioqueña.
Este comportamiento se ve respaldado por el panorama de oferta en el país. Medellín lidera actualmente la oferta de vivienda nueva, con una participación del 21,14%, superando a Bogotá, que concentra el 18%.
La capital antioqueña cuenta con más de 179 proyectos en desarrollo, que van desde Vivienda de Interés Social (VIS) hasta proyectos de gama alta en sectores como El Poblado, Ciudad del Río y Laureles, lo que le permite responder a distintos perfiles de compradores e inversionistas.
Por su parte, Cali muestra una evolución notable: pasó del 4,84% en 2024 al 7,56% en 2025, consolidándose como la tercera ciudad con mayor participación en el mercado. Este avance refleja su creciente dinamismo urbano y su posicionamiento dentro del ecosistema inmobiliario nacional.
También se destaca Envigado, que aumenta su participación del 3,73% al 6,49%. Por su parte, Cartagena, aunque baja levemente (de 5,57% a 5,17%), mantiene una presencia estable y relevante.
Entérese: Los 5 conflictos más comunes en conjuntos residenciales y cómo evitarlos con las herramientas tecnológicas
En contraste, Barranquilla pierde fuerza al caer de 8,13% en 2024 a 4,83% en 2025, posiblemente por una menor rotación de inventario o una desaceleración en su dinámica local.
Entre tanto, se comienzan a evidenciar avances importantes en ciudades intermedias como Manizales, Rionegro y Sabaneta, que no figuraban entre las principales el año pasado pero que ahora ganan protagonismo, reflejando una descentralización del mercado y nuevas oportunidades de desarrollo en otras regiones del país.
Los precios siguen subiendo
Entre el primer trimestre de 2024 y el mismo periodo de 2025, los precios promedio de venta de vivienda, tanto nueva como usada, registraron un aumento general, con algunas excepciones.
En el caso de los apartamentos nuevos, el precio promedio subió de $326,7 millones a $363 millones, lo que representa un crecimiento de 11,1%. Para los apartamentos usados, el aumento fue más moderado, al pasar de $389 millones a $400 millones, equivalente a un 2,8%.
En contraste, el comportamiento de las casas nuevas fue diferente, ya que se presentó una ligera disminución del 0,3%, al bajar de $570 millones a $568,45 millones. Por el contrario, las casas usadas siguieron la tendencia general al alza, con un incremento de 4,4%, pasando de $680 millones a $710 millones.
Así las cosas, Colombia enfrenta un escenario marcado por una demanda robusta, especialmente en el segmento de interés social; no obstante, se comienza a evidenciar una oferta cada vez más restringida. Esta dinámica genera un entorno de presión alcista sobre los precios y plantea retos clave en materia de acceso a la vivienda, planificación urbana y sostenibilidad del mercado en el mediano plazo.
