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Nunca he visto un movimiento tan hipócrita, ignorante, antisemita y majadero como el que enarbolan hoy cientos de miles de ciudadanos con banderas palestinas y a los que parece que se les borró de la memoria lo que pasó el 7 de octubre de 2023, así como ya no se acuerdan de las decenas de secuestrados israelíes que siguen hoy en Gaza padeciendo un infierno a manos de un pueblo que auspicia el terrorismo como norma de vida.
Hipócrita porque ese movimiento no musitó palabra cuando el gobierno sirio, con la ayuda de los rusos, mató a 500 mil personas en la década pasada. Tampoco abrió la boca con los 400 mil muertos, gran parte de ellos niños, que fallecieron en un conflicto auspiciado por Irán y Arabia Saudí en Yemen. Mucho menos han salido a gritar arengas frente al genocidio cristiano en Nigeria -20 mil muertos desde 2015 a manos de yihadistas y tres millones bajo asedio-.
Ignorante porque desconoce la historia, porque sus integrantes son demasiado perezosos como para documentarse sobre el complejo enredo que es el Medio Oriente, activistas mediocres que ignoran la calaña de personas a las que están defendiendo, personas a las que crían de niños dándoles un arma para que de grandes maten a los judíos. Piden la libertad de un territorio que oprime a los suyos y que los pone como carne de cañón por mera ideología.
Antisemita porque su razón de ser es destilar odio contra los judíos, ocultado en una causa que les sirve para darle rienda suelta a ese nazi que llevan dentro. No lo manifiestan de manera abierta porque eso va en contra de los principios que deben mostrar de puertas para afuera, para parecer progresistas, de bien, cuando no son más que un cúmulo de resentimiento y odio.
Y majadero porque no puedo encontrarle otra definición a un movimiento que quiere darle alas a un pueblo y a una religión que desprecia y aborrece al mundo occidental. El día de los atentados contra las Torres Gemelas, en 2001, decenas de miles de personas salieron a las calles en Gaza y en Cisjordania a celebrar la muerte de más de 3.000 inocentes de Occidente.
La guerra que hoy se libra en Gaza es producto de lo que empezó el movimiento terrorista Hamás el 7 de octubre de 2023. La continuación del conflicto, en el que lamentablemente han muerto miles de inocentes, es responsabilidad de Hamás, que se ha negado a liberar a los secuestrados. La desgracia de los palestinos es culpa solamente de Hamás y de Irán. Israel tan solo está buscando a sus secuestrados y protegiendo a su nación.
En los últimos 50 años, Israel le ofreció en múltiples ocasiones un Estado a los palestinos, solo para ser rechazado una y otra vez, porque los palestinos, siempre sibilinos y traicioneros, solo quieren la muerte de Israel. En Gaza no hay un genocidio. En Gaza hay una dolorosa guerra que empezó Hamás y vitorearon los palestinos.
