Una de las prácticas sociales más tradicionales en Occidente es la de mantener una relación con una sola persona. A este modelo, conocido como monogamia, se le han contrapuesto en los últimos años diversas alternativas para vivir en pareja. Una de esas es la poligamia, la cual consiste en tener varias relaciones al mismo tiempo con la aprobación de todas las partes.
Este tipo de relaciones se han expandido y ahora es más común escuchar sobre la poligamia. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista científica Frontiers en el que participaron más de 3.000 adultos estadounidenses encontró que 1 de cada 6 personas quieren practicar el poliamor.
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Y, por el contrario, otras investigaciones han apuntado a que la mitad de las personas nacidas en principios de los ochenta y finales de los noventa –llamados millenials– quieren una relación totalmente monógama. Eso indica que hay quienes siguen la tradición, pero se preguntan el porqué de esta y biología parece haberle dado una respuesta.
¿Por qué los humanos se convirtieron en monógamos?
Para eso, se estudiaron a las estrategias reproductivas de los primates, los parientes más cercanos al ser humano. Kit Opie, bióloga evolutiva de la Universidad de Bristol, le explicó a la BBC que los gorilas son polígamos, ya que se aparean con varias hembras y así todas las crías del grupo terminan siendo de un solo macho, pero de diferentes madres. Sin embargo, esto acarrea problemas, ya que los gorilas machos suelen cometer “infanticidio” con aquellas crías con las que no tienen parentesco para que así la madre del recién nacido se vuelva fértil más rápidamente.
En cambio, las hembras chimpancés y bonobos lo que hacen es aparearse con varios machos con el fin de confundirlos y reducir las posibilidades de que sus bebés sean lastimados. Opie asegura que lo más probable es que los seres humanos hayan comenzado a reproducirse de una manera similar a este tipo de primates, pero las cosas cambiaron hace más de dos millones de años debido al cambio climático.
En ese momento, los antepasados humanos vivían en el África subsahariana, donde hubo una enorme sequía que convirtió grandes territorios en sabanas. Esto obligó a esta especie a vivir en grandes grupos para poder defenderse de los depredadores. Como eran más personas las que habitaban en un solo lugar, cada vez se hizo más difícil confundir la paternidad. “Además, las hembras necesitaban la ayuda de uno de esos machos para criar a sus crías. Así que adoptaron la monogamia”, le dijo la bióloga al medio de comunicación.
Los científicos han encontrado que este modelo reproductivo se instaló porque era el más útil para la preservación de la especie de acuerdo a las condiciones de ese momento. Pero una de las dificultades de la monogamia es la fidelidad, ya que son pocas las especies que conservan una sola pareja de por vida. Esto también tiene una explicación y un efecto en la química cerebral.
Sarah Blumenthal, estudiante de doctorado en neurociencia en la Universidad Emory, también le explicó a la BBC que la hormona cerebral de la oxitocina se libera cuando momentos de contacto físico con otra persona, haciendo que estas conexiones se sientan como algo gratificante. Por su parte, la dopamina es la encargada de que en las primeras etapas de una relación una persona se sienta atraída hacia otra. Pero a medida que va pasando el tiempo, esta sustancia cambia, lo que podría explicar por qué conocer a alguien nuevo causa emoción a pesar de tener un compromiso con otra persona.
A pesar de las cuestiones biológicas y cerebrales, las relaciones humanas también se transforman de acuerdo al contexto social. Para algunos, la mejor opción es tener una sola pareja, mientras que para otros estar con varias personas al mismo tiempo se alinea con sus costumbres y estilo de vida. Ahora es común ver a personas en búsqueda de relaciones no tradicionales, al tiempo que muchos continúan buscando su media naranja.
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