En un hecho insólito en la historia de la Universidad de Antioquia, el rector John Jairo Arboleda quedó completamente rajado en la evaluación que hizo sobre su gestión el Consejo Superior Universitario, el mismo que eligió a Arboleda para asumir la rectoría por tercer mandato consecutivo en medio de la peor crisis en la historia del Alma Mater.
Aunque falta oficialización, esta semana se conoció que el pasado 4 de junio el CSU en su evaluación del primer año de gestión de la rectoría, reprobó duramente a Arboleda, y bajo los criterios que establece el Acuerdo Superior 237 de 2002, le otorgó una calificación de 1,75 en una escala de 1 a 5.
El resultado, que quedó en firme tras cerca de una hora de sesión, dejó completamente en evidencia el descontento del máximo órgano universitario y la crisis de gobernanza y legitimidad que tiene actualmente la administración Arboleda en la institución educativa más importante del departamento.
En una dura carta conocida este lunes 9 de junio, Giovani Caro, represente de los egresados ante el CSU, señaló que después de la evaluación a Arboleda no le queda otro camino que presentar su carta de renuncia. Caro manifestó en la carta que durante el encuentro de los ocho consejeros hubo pleno consenso en rechazar la falta de liderazgo de Arboleda, su ausentismo generalizado a la hora de “enfrentar las crisis y tomar las decisiones trascendentales”, el incumplimiento con las metas y “la muy mala gestión administrativa”. Caro Uribe sostuvo que si en verdad Arboleda quiere a la universidad como dice hacerlo, debería presentar cuanto antes la renuncia a la rectoría y permitir que se tomen las decisiones pertinentes que saque a la UdeA de la crisis que hoy atraviesa.
Entre los problemas más graves que enfrenta la institución, están el déficit de cerca de $200.000 millones proyectados para 2025. Pero además de los problemas financieros, la universidad atraviesa por graves situaciones de convivencia enquistados en los últimos años, como el consumo de drogas, el aumento de las violencias basadas en género y las denuncias de negligencia y omisiones por parte de las directivas, el caos en el campus universitario con las ventas informales y el creciente control de grupos vandálicos y delincuenciales.
Tras conocerse los resultados de la evaluación de Arboleda, decenas de estudiantes, egresados y docentes señalaron a través de redes sociales que el Consejo Superior pareciera intentar desligarse de su responsabilidad y omisiones ante la gestión de Arboleda desde 2018, pues reiteraron que la crisis no surgió de la noche a la mañana. También apuntaron hacia Mauricio Alviar, exrector que tiene asiento hoy en el CSU como secretario de Educación; y hacia Jaime Restrepo Cuartas, representante de los exrectores, a quienes incluyen como parte de la cadena de males que hoy atraviesa la universidad por deficiencias en sus gestiones.
Por lo pronto, a la espera de pronunciamientos de Arboleda sobre este revés que hace cada vez más difícil su periodo a cargo al que todavía le restan casi dos años, lo cierto es que semejante rajada dejó al rector sin su bonificación, que le costaría a la universidad $100 millones anuales, según el Observatorio de la Universidad Colombiana, citando al abogado Carlos Patiño.
