A un presunto asesino no le funcionó el “viejo truco” de cambiarse de ropa para burlar la acción de las autoridades y escapar después de participar en un atentado mortal contra una persona en el centro de Medellín.
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El factor delator que permitió que las autoridades aprehendieran al presunto delincuente fue que hubo una denuncia de ciudadanos que presenciaron el hecho ante la línea de emergencia 123 y de inmediato se activó la búsqueda a través de las cámaras de seguridad.
Por el video logrado en este sistema se pudo captar el momento en que este sujeto efectuaba la maniobra para engañar a las autoridades y eso permitió identificarlo.
Posteriormente y con base en esos elementos se produjo su captura en flagrancia. De acuerdo con el informe de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (Meval), el hombre localizado gracias a las imágenes portaba un arma de fuego.
Este episodio que resultó positivo para la Justicia y contra la impunidad se presentó en el sector cercano a la plazoleta Rojas Pinilla, en pleno centro de la ciudad, luego de que un hombre fuera lesionado con arma de fuego, heridas que le produjeron la muerte posterior.
Fuera del arma, tipo pistola, al presunto homicida, de 24 años, le fueron decomisados 16 cartuchos para arma calibre 9 mm.
Después de la aprehensión, esta persona fue trasladada a las instalaciones de la Fiscalía General de la Nación para realizar el proceso de judicialización.
Lo que se espera es que entre las diligencias para avanzar en el caso el ente investigador pida las pruebas periciales para verificar si los impactos que le quitaron la vida a la víctima de este caso coinciden con el arma decomisada.
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Además, las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad también se podrían anexar al acervo probatorio.
El reporte hasta el pasado 31 de mayo indicaba un aumento en los homicidios en Medellín, pasando de 122 homicidios en los primeros cinco meses de 2024 a 144 en el mismo periodo de 2025.
Hasta ese momento, del número total reportado, 38 muertes fueron por problemas de intolerancia y convivencia (como las riñas), 37 por accionar de estructuras criminales, 11 por hurtos (ya sea del ladrón o la víctima), nueve por violencia de género, tres por violencia intrafamiliar y los otros 46 faltaba categorizarlos.
Las cifras darían cuenta de dos dinámicas que influyen en el fenómeno, sobre todo en el pasado mes de mayo: la primera, el aumento de los problemas de convivencia en Medellín que desatan asesinatos, incluso al interior de las viviendas; y, la segunda, la mano oscura de algunas bandas delincuenciales sobre varios homicidios reportados, principalmente en algunas comunas del nororiente.
