Antioquia tuvo que esperar hasta 2025 para tener una línea de atención de emergencias moderna. En octubre pasado, el departamento inauguró una nueva infraestructura para su 123, que por primera vez tiene integrados a sus 125 municipios con todos los organismos de socorro y orden público.
El hito se alcanzó en dos años y es uno de los resultados de la estrategia de la Gobernación de Antioquia para robustecer las capacidades de seguridad en el departamento.
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El secretario de Seguridad de Antioquia, brigadier general (r) Luis Eduardo Martínez Guzmán, explicó que la tarea comenzó desde el año pasado, cuando desde esa dependencia se trazó el objetivo de ponerle orden a la atención de emergencias y centralizar en un mismo espacio físico a los diferentes operarios de todas las entidades de seguridad y de socorro, permitiendo respuestas más ágiles y coordinadas.
“Cuando nosotros recibimos esa línea de emergencia, si alguien llamaba al 123 contestaba la Policía Antioquia, pero la Policía estaba sola y el ciudadano tenía que ir a otro número, a la agencia que requiriera. Eso era atomizado totalmente”, explicó el funcionario, anotando que esa fragmentación entre los diferentes organismos entraba en conflicto con una respuesta oportuna.
Buscando aglutinar a todas esas entidades, el funcionario señaló que la Secretaría intervino los espacios del Nodo Departamental de Seguridad, ubicado en Medellín, y empezó a contratar nuevos operadores técnicos para encargarse de tramitar las llamadas de auxilio y denuncias.
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La meta no era solo que la Policía ocupara ese espacio físico, sino los funcionarios de todo tipo de otras instituciones.
En cifras redondas, la Secretaría señala que ha destinado cerca de $8.500 millones para esa modernización. En diciembre de 2024 los primeros en llegar al nodo fueron los miembros de la Policía.
En lo corrido de este año, otras entidades, si bien todavía no están físicamente en el espacio, entraron a reforzar la línea, como es el caso del Crue (Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, encargado de coordinar las capacidades de la red hospitalaria del departamento), que hoy funciona en los hangares del Aeropuerto Olaya Herrera, y el Dagran (Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres de Antioquia), que hasta este año opera en el décimo piso de La Alpujarra.
Al igual que en el 123 metropolitano (que recibe las llamadas de Medellín y sus municipios circundantes), el 123 departamental también amplió su espectro de atención e incorporó profesionales especializados en casos de violencia intrafamiliar y de violencia de género. También se habilitó atención de casos que involucren niños y emergencias de movilidad.
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“Tenemos la operación de la siguiente manera: ocho policías y ocho ciudadanos civiles por turno, 24 horas al día, 7 días a la semana; dos profesionales del 123 Mujer para la atención de casos que involucran violencias basadas en género. En total, tenemos 18 personas permanentemente atendiendo las llamadas. Para violencia intrafamiliar y violencias basadas en género, tenemos un equipo compuesto por psicólogos”, enumeró el secretario.
Además de ponerse al día en esos campos, el 123 incorporó herramientas de avanzada como Carbyne, una plataforma de alta tecnología que permite a las autoridades enlazarse con los teléfonos móviles de los ciudadanos que piden auxilio y geolocalizarlos. También permite obtener video en tiempo real del lugar en el que están, no solo para orientar a los socorristas o la Fuerza Pública, sino para ponerlos a salvo y darles indicaciones mientras llega la ayuda.
El secretario añade que de un promedio de 12.000 llamadas mensuales que recibía el 123 en 2024, ahora el sistema atiende 50.000 llamadas al mes; es decir, más de 1.600 llamadas al día.