El atentado contra el senador Miguel Uribe, perpetrado en pleno mitin político, tiene a las autoridades volcadas en una exhaustiva investigación. Aunque el autor material, un menor de edad, ya fue judicializado, la prioridad ahora es establecer qué otras personas participaron en la planeación y ejecución del ataque. Para ello, la Fiscalía analiza cientos de grabaciones de cámaras de seguridad en la zona. Justamente esos registros han arrojado información clave: el agresor contó con el apoyo logístico de al menos una motocicleta y un vehículo, que habrían sido utilizados para facilitar su movilidad y, al parecer, su eventual huida.
Nuevas imágenes de cámaras de seguridad, reveladas por Noticias Caracol, han permitido reconstruir cómo se movió el joven de 15 años que disparó contra el senador, y revelan que no actuó solo: al menos una motocicleta y un vehículo estuvieron involucrados en su desplazamiento por la zona horas antes del atentado.
Lo primero que revelan las imágenes es que el agresor no mantuvo la misma vestimenta durante toda la jornada. En las primeras tomas aparece con chaqueta y gorra, un detalle hasta ahora desconocido por las autoridades.
Su aparición en la escena se da a las 3:32 de la tarde, el menor fue captado en una motocicleta que lo dejó en una esquina del barrio Modelia, a unas cinco cuadras del parque donde Miguel Uribe tenía prevista una concentración política. Conversa un par de segundos con el conductor de la moto color negra con líneas rojas. De ahí emprende camino a pie, a pasos acelerados.
Minutos después, a las 3:41, un vehículo plateado se estaciona sobre la Avenida del Ferrocarril, a escasa distancia del mismo sector. El vehículo, llama la atención debido a su paso lento como merodeando. Desde esa hora, el menor se ve caminando entre las cuadras del barrio y su rastro vuelve a ser captado en video sobre las 5:20 p.m.
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A esa hora, otra cámara de seguridad registró un carro gris desplazándose lentamente por la misma avenida del Ferrocarril. Del vehículo descendió el joven, ya sin la chaqueta ni la gorra que había usado horas antes. Hasta el momento no hay registro del momento en que se sube a ese vehículo.
Pocos minutos después bajaron del mismo carro otras dos personas: un hombre con camiseta blanca, gafas oscuras y barba, y una mujer joven vestida con chaqueta negra. La pareja camina en la misma dirección del muchacho sicario, pero a un paso menos apresurado.
A las 5:26 p. m., el adolescente llega caminando hasta el parque de Modelia, se acerca al lugar donde Miguel Uribe daba su discurso y dispara.
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Tras herir de gravedad al precandidato presidencial, el agresor huyó por la segunda salida del parque, en dirección sur. Durante la persecución, fue alcanzado por un disparo en una pierna. Herido, logró avanzar hasta una esquina cercana, donde finalmente cayó. A las 5:30 de la tarde, las autoridades lograron su aprehensión.
Llama la atención otro detalle captado por las cámaras: un motociclista que, minutos antes del ataque, rondaba con evidente nerviosismo una de las calles por donde pasó el joven. Las autoridades analizan si este hombre formaba parte del esquema de apoyo que facilitó el atentado.
La cronología captada por las cámaras no solo demuestra una planeación detallada, sino que deja al descubierto una red de apoyo que facilitó el atentado.
Mientras la Fundación Santa Fe trata de salvar la vida del senador, el país entera sigue en conmoción. Los colombianos no presenciaban un atentado político de esta magnitud desde hace décadas. El ataque a tiros contra el senador Uribe Turbay, ocurrido en la tarde del sábado 7 de junio en Bogotá, ha sacudido la democracia del país y abierto serias preguntas sobre la seguridad de los líderes políticos y el nivel de infiltración criminal en escenarios electorales.
