Colombia amaneció este viernes bajo una creciente tensión por una serie de acciones violentas atribuidas al ELN, que ha desplegado una ofensiva armada en distintos puntos del país, mientras la Fuerza Pública permanece en máxima alerta ante las amenazas de nuevos atentados.
La cadena de ataques comenzó en Buenaventura. Las banderas del ELN volvieron a aparecer en la vía al mar, esta vez en el sector de Loboguerrero, donde el grupo guerrillero ejecutó una serie de acciones violentas que mantienen paralizada la movilidad en uno de los corredores viales más importantes del suroccidente del país.
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Tres tractocamiones fueron incinerados, un contenedor fue atravesado sobre la vía, y cilindros con grafitis alusivos al ELN fueron abandonados como advertencia. Las autoridades confirmaron que las unidades de Policía y personal de la concesión vial trabajan para despejar el paso con grúas, mientras se verifica si hay explosivos en la zona. Ante el riesgo, el cuerpo de bomberos del distrito de Buenaventura fue retirado del lugar para evitar posibles afectaciones.
La vía entre Cali y Buenaventura, clave para el comercio exterior, sigue bloqueada, mientras crece la tensión por la posibilidad de nuevos ataques. En esta misma región, el ELN también mantiene una confrontación abierta con las disidencias de las Farc por el control territorial en zonas rurales.
La violencia también escaló en el Guaviare. En el municipio de Calamar, un artefacto explosivo fue lanzado desde un dron contra tropas que realizaban operaciones de seguridad externa cerca del Batallón de Infantería de Selva. Aunque la granada alcanzó a detonar, no se reportaron daños ni heridos.
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En el oriente del país, el departamento de Arauca fue escenario de varias acciones armadas. En zona rural de Tame, el oleoducto Bicentenario fue afectado, en un nuevo golpe contra la infraestructura energética del país. En Saravena, un francotirador disparó contra un patrullero de la Policía Nacional. Y en Puerto Rondón, las fuerzas militares investigan la instalación de una valla del ELN que podría estar acondicionada con explosivos.
En paralelo, en zona rural de Cúcuta, la guerrilla del ELN instaló banderas en el corregimiento de Buena Esperanza, donde además se suspendió la movilidad por posibles amenazas.
El país entero se encuentra en máxima alerta. Las Fuerzas Militares han reforzado la seguridad en varios puntos críticos del territorio ante la amenaza latente de más atentados. Aunque el gobierno mantiene abiertos los canales de diálogo con esta guerrilla, los hechos recientes demuestran que el ELN sigue actuando como un actor armado que combina el discurso de paz con acciones de guerra.
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