El presidente Gustavo Petro sigue en España reaccionando desde allá a los audios en los que aparece su excanciller, Álvaro Leyva, para hablar de un supuesto intento de “sacarlo” del poder. Lo más preocupante de los trinos es que el mandatario vuelve a cuestionar el sistema electoral en Colombia y habla de las elecciones de 2026. Esta es la segunda vez que el Gobierno, a un año de las votaciones, lanza preguntas y dudas contra la Registraduría, lo que para sectores políticos significa incertidumbre y una pregunta clave: si el presidente y el Gobierno reconocerán los resultados el próximo año.
“Qué garantía podemos tener en las próximas elecciones, si el exregistrador, registrador, y el consejo electoral han actuado contra nuestros derechos. El golpe de estado se venía fraguando, Leyva no estaba solo. La investigación de un caso como Odebrecht, o la de este golpe de estado cogido en flagrancia, o la de los terceros del proceso del paramilitarismo, necesita de una fiscal libre de presiones, tal como estaba Barbosa y Mancera, ellos sí incursos en una investigable y oscura relación con una serie de fiscales y funcionarios que han resultado ligados a la exportación de cocaína en el puerto de Buenaventura, el puerto preferido de Diego Marín y de la Junta del Narcotráfico (SIC)”, dijo el jefe de Estado.
En el largo listado de trinos, el presidente habla de varias cosas y mezcla hechos sugiriendo teorías políticas que no están probadas. Habla por ejemplo de un “law fare” o bloqueo jurídico a la fiscal general por parte del Consejo de Estado. Allí se evalúa una demanda contra su nombramiento, por las fallas en la elección tras la renuncia de Amparo Cerón el último día en que la Corte Suprema escogió.
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“Tienen a la fiscal fregada con su puesto, en el consejo de Estado, lo han demandado, cosa rara, en la sección que siempre falla en mi contra y hace “law fare”, qué coincidencia, la misma sección que ha sacado mis embajadores, congresistas, alcaldes y gobernadores del Pacto Histórico, dónde estarán, a propósito, los magistrados del Consejo electoral, que contra la constitución, me despojaron de mi fuero presidencial (SIC)”, agregó.
Insiste también en que el golpe de Leyva existe y que fue encontrado en flagrancia. “La estrategia de Leyva necesitaba urgentemente un proceso en la comisión de acusación y que algunos le ayudaran allí. Por eso llevaron a la comisión todas las cartas de Leyva, ansiosos que Leyva entregara alguna prueba real, pero puro “Tilin tilin y nada de paletas” ninguna carta prueba algún delito, ni pueden demostrar que sea incapaz para gobernar, al contrario, se me asusta la oposición golpista con mi capacidad (SIC)”.
Sin embargo, lo que se sabe hasta ahora de los audios de Leyva es poco y está lejos de poder considerarse como un intento de “golpe”. La conversación fue aparentemente grabada por su interlocutor o por una persona que estaba cerca en el restaurante y allí el excanciller dice que se rompió el orden público y que el “país va hacia el despeñadero”. Leyva habla de un “gran acuerdo nacional” con el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las FARC pero no hay ningún hecho concreto sobre un supuesto plan para derrocar al mandatario. Los audios de Leyva más bien parecen el producto de un rencor personal frente al mandatario por cómo terminó su carrera política, la de Leyva, abandonado ante la suspensión de la Procuraduría por tomar la decisión de no cumplir la licitación de los pasaportes a Thomas Greg and Sons que había sido decidida en favor de la compañía. El presidente no estuvo de acuerdo, le dio la orden a Leyva de no firmar el contrato y por ello el excanciller fue suspendido y expulsado del Gobierno. Nunca volvió al Ejecutivo y en su reemplazo pusieron a Luis Gilberto Murillo y luego a Laura Sarabia, actual ministra.
Leyva empezó a publicar cartas hace dos meses en las que acusó a Petro de ser “drogadicto” y de perderse en viajes en varias ciudades a las que asistió como presidente. Paris, Santiago de Chile, Florencia y otras. Petro hasta ahora ha dicho que se trata de chismes mentirosos pero ante la grabación de Leyva el mandatario ahora sí decidió darle toda la credibilidad a sus palabras.
Leyva habla en las grabaciones de Vicky Dávila y de Miguel Uribe en la supuesta búsqueda del acuerdo nacional, cuyo interés no es claro si era para tumbar al presidente. Y también habla de un periodo de 20 días en los que aparentemente se refiere a la publicación de sus cartas, que sí tuvieron un objetivo evidente de desestabilizar al Gobierno. Si es cierto o no que el presidente sufre de adicción a drogas y si usaba los viajes para esos propósitos todavía no se sabe. Leyva dice que sí y Petro dice que no. Pero hay otros antecedentes. En las grabaciones reveladas en 2022 entre Armando Benedetti y Laura Sarabia, el actual ministro del Interior señaló indirectamente que el presidente tenía problemas de drogas. “Será que tu jefe no hace un culo”, decía Benedetti en una conversación en la que Sarabia argumentó que el problema para nombrarlo en un cargo en el Gobierno era su consumo de drogas.
El presidente ha empezado a hablar de falta de garantías para las elecciones a la par que modera el no a la relección que sus seguidores le piden cada vez que va a una plaza pública. Aunque ha dicho que no tiene ningún plan de reelección, también ha sido crítico con los exmandatarios que sí tuvieron esa oportunidad y luego lo prohibieron. “Voy hasta donde el pueblo quiera que vaya”, ha dicho en múltiples ocasiones. La Fiscalía avanza en la indagación por el supuesto golpe que no está probado.
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