Si bien el exembajador Roy Barreras, uno de los aliados irrestrictos del Gobierno Nacional, aseguró que se congelaba la convocatoria de la consulta popular por decreto –en medio del enrarecido ambiente político tras el atentado contra el senador opositor Miguel Uribe Turbay–, el propio presidente Gustavo Petro pareció desmentirlo y dejó entrever que insistirá en ese mecanismo.
A través de un extenso mensaje en la red social X, emitido al término de la Comisión de Coordinación y Seguimiento de los Procesos Electorales, Petro se refirió a la determinación adoptada por el Senado que, en solidaridad con lo ocurrido con el senador del Centro Democrático, anunció que suspenderá sus sesiones durante 72 horas.
Dado que el tiempo corre con miras al 20 de junio –cuando concluye la actual legislatura– y que aún no arranca el último debate de la reforma laboral, el jefe de Estado afirmó que la consulta popular (que ya tiene la firma de todos los ministros) “no tiene nada que ver con el atentado al senador Miguel Uribe y no se deben confundir dos cosas diferentes”.
“(La decisión del Senado) me hizo decir que, dado que significa prácticamente que ni consulta ni reforma laboral por ley salgan, no puedo llevar al pueblo colombiano a un engaño”, declaró el primer mandatario, quien también defendió que se ha tratado de lograr un acuerdo nacional que incluye “la política del amor”.
Sin embargo, advirtió que “la política del amor no se debe confundir con que traicionemos el mandato popular que es lograr paz y Justicia social en Colombia. Presentamos los proyectos de ley al Congreso para las reformas sociales y ya han visto lo que ha pasado”, reclamó.
En esa línea, sostuvo que ha dado “tiempo” para que se apruebe la reforma laboral, pero la decisión del Senado de suspender las sesiones “impide que se cumpla el tiempo legal y debo cumplir mi mandato. Sin justicia social no hay paz y es mi mandato”, agregó.
Frente al atentado contra el precandidato presidencial del uribismo, ocurrido el pasado sábado en el occidente de Bogotá durante un acto de campaña, Petro dijo tener “indicios muy fuertes” de que el autor del atentado sería “la mafia con asiento internacional”.
Por ello, ordenó incrementar la seguridad a los dirigentes de la oposición, “específicamente y de manera inmediata”, a Álvaro Uribe, Maria Fernanda Cabal, Abelardo de la Espriella y Victoria Eugenia Dávila.
“Los asesinos buscan que nos matemos entre nosotros, debilitar el Estado y avanzar sobre sus controles a la economía ilícita. Dentro de la junta del narcotráfico con asiento en Dubai y Colombia, están las personas que yo mostré con nombre propio al país, y que busqué su captura y puesta en manos de la justicia. Uno ya lo dejaron libre”, indicó.
El presidente declaró además que el arma que habría usado el menor de edad implicado en el atentado “fue comprada ilegalmente en Estados Unidos”, que el sicario estuvo durante cuatro horas rondando el parque, “llegó en moto, habló con gente en una camioneta, efectivamente tenía un celular, en donde pidió a alguien que le consignaran por Nequí, 3.500 pesos, es posible que pudo entregar su celular antes del atentado, pero es hipótesis”.
Además, insistió en que el Gobierno y sus simpatizantes piensan “al máximo” en el bienestar del senador Miguel Uribe. “Quiero que viva, se abrace con su familia y ayudo con eficiencia en saber quiénes son los autores del atentado. La oposición debe saber que los instrumentos legales para protección y garantías electorales, incluidos los que ordena el proceso de paz de las Farc, serán utilizados, y se priorizará a toda la oposición”.