Formado en el periodismo, David Eufrasio guzmán ganó premio nacional
El escritor y periodista David Eufrasio Guzmán afirmó que las lecturas en voz alta que su padre le hacía –de algunas de las obras de la literatura universal– fueron cruciales para alentar su vocación literaria. Este año su libro Animales de familia, publicado por Angosta, recibió el Premio Nacional de Cuento del Ministerio de Cultura, laurel otorgado por un jurado conformado por Claudia Arroyave, Yijhan Rentería y Eduardo Antonio Parra.
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Guzmán le contó a EL COLOMBIANO que Animales de familia surgió de manera espontánea, sin una intención inicial de convertir los relatos en un libro. “Empecé escribiendo los cuentos sin saber que iba a hacer un libro. Iba anotando ideas de mi experiencia en el campo. Yo me fui a vivir al campo con mi esposa más o menos en 2017, luego de haber sido toda la vida citadino”, contó.
El cambio de entorno fue decisivo en su proceso creativo. “Uno piensa que el campo es muy paradisíaco, pero allá también encuentra sus ruidos y su crueldad. Me fui buscando silencio y concentración, y sí me sirvió estar alejado de la vida cultural y social de Medellín”, explicó. Su relación con los animales se volvió entonces un tema central: “Mi relación con los animales empezó a ser muy intensa. Había vacas, gallinas, gatos... y de ahí salieron las historias”.
A partir de esas experiencias, Guzmán notó un patrón en sus textos: “Llegó un momento en el que dije, ‘Ve, tengo como cuatro cuentos y en cada cuento hay un animal’. Entonces pensé en un animalario íntimo, en animales de mi infancia o juventud. Empecé a descubrir qué me querían decir esos animales de diferentes momentos de mi vida o de personas importantes para mí”.
El libro, compuesto por doce cuentos, fue finalista en un concurso de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia. “Eso fue un espaldarazo muy bueno. Mario Jursich fue uno de los jurados y me dijo que el libro tenía potencial. Después de eso, lo reescribí mucho, saqué algunos cuentos y entraron otros nuevos”, recordó.
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El manuscrito terminó en manos de la editora de Angosta Editores. “Me gusta el catálogo de cuento de Angosta y me parecen bonitos los libros. Les presenté el manuscrito y les gustó. Hubo un proceso de edición de algunos meses y justo dio para la Filbo de 2023”, explicó. El libro tuvo buena acogida: “Creo que acá en Medellín se movió bien, en esos círculos literarios pequeños. Y ya con este premio no sé si se va a mover más”.
Sobre el Premio Nacional de Cuento, contó que fue una sorpresa. “Yo no estaba muy pendiente de eso. Fue Angosta la que me dijo: ‘Está esta convocatoria abierta. Presentémonos’. Me metí en la convocatoria, reuní los papeles y lo presenté. Se me había olvidado que eso estaba concursando y un amigo me avisó que había ganado”. El premio, que incluye un reconocimiento económico y la posibilidad de participar en ferias literarias, se suma a la trayectoria del autor, quien combina la escritura con el dibujo y la docencia.
En este punto, David Eufrasio reconoce que la Agencia Pinocho y Universo Centro fueron sus escuelas de escritura, en particular con el registro del periodismo. “La Agencia Pinocho era como un periódico de juguete, sin jefe, con posibilidad de experimentar. Y con Universo Centro aprendí al lado de Alfonso Buitrago y Pascual Gaviria. Pascual fue mi primer editor, el primero que me publicó algo”, recordó.
Entre sus influencias literarias, el autor menciona a Rudyard Kipling, Gustave Flaubert, Gabriel García Márquez, Horario Quiroga, Felisberto Hernández y Luis Miguel Rivas. “Esos autores me marcaron. Creo que todo ese camino me fue llevando a la escritura”, afirmó.
Actualmente, trabaja en una novela y experimenta con la mezcla de texto y dibujo. “Este premio me va a acelerar el regreso al teclado porque estaba un poco desencantado. También me gusta mucho el retrato y tengo ideas para novelas gráficas o historietas”, comentó.
En la novela, Juliana Gómez Nieto reflexiona sobre las herencias
La escritora Juliana Gómez Nieto fue reconocida con el Premio Nacional de Novela Inédita del Ministerio de Cultura por su obra Nuestros dones. El libro, en el que trabajó durante ocho años, aborda temas relacionados con la memoria familiar, la enfermedad, la vejez y los vínculos de cuidado entre mujeres de una misma familia.
Gómez Nieto le contó a EL COLOMBIANO que la historia surgió a partir de una pregunta sobre los silencios familiares. “Había un personaje que no estaba presente ni en el álbum ni en las historias, que era un fantasma, y eso me sirvió de pretexto para preguntarme por las familias y por lo que yo llamo la interdependencia mamífera”, dijo. El personaje ausente era su abuelo, cuya muerte se convirtió en un punto de partida para explorar los vínculos entre generaciones.
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Aunque el proyecto comenzó con la figura del abuelo, la autora indicó que la escritura se desplazó hacia la historia de su abuela. “Empecé con una investigación sobre mi abuelo, pero el proceso se fue hacia mi abuela y hacia el tema de los cuidados. Ella era el personaje que tenía vivo en ese momento”, explicó. La novela retoma preguntas que ya habían aparecido en su libro anterior, Montañas Azules, pero centradas en el cuerpo, la enfermedad y la vejez.
La idea inicial del libro apareció en 2017. Gómez Nieto, que en ese momento vivía en Armenia, se trasladó a Medellín para cursar la maestría en Escrituras Creativas en la Universidad Eafit, donde Nuestros dones fue su trabajo de grado. “La maestría no exigía terminar la novela, pero sí tener una estructura del 70 %. Desde 2019 seguí trabajando en ella hasta completar una versión definitiva”, dijo.
La obra está compuesta por los apartados Memoria gráfica, Historia clínica, Archivo íntimo, Cartografías de la tristeza y Nuestros dones. Cada parte se centra en distintos aspectos de la vida familiar, desde la memoria y los secretos hasta la enfermedad y la herencia emocional. “El libro parte de dispositivos como las fotos y la narración oral. Luego aborda los cuerpos enfermos y el cuidado, los secretos que se convierten en síntomas familiares y las heridas que no se cierran”, explicó la autora.
El título hace referencia a la reflexión del personaje principal sobre lo heredado. “El personaje se pregunta qué recibió de una familia sin patrimonio material y entiende que las mujeres de esa familia tienen dones. La abuela cura con las manos, la madre canta y la protagonista narra la historia de ambas preguntándose cuál es su don”, señaló Gómez Nieto.
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El jurado estuvo integrado por Melba Escobar, Pablo Montoya y Julián Herbert. La autora indicó que fue informada del resultado por la directora de la Biblioteca Nacional. “Me llamó para felicitarme y contarme que empezará el proceso de comunicaciones. Este premio es conjunto entre el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional”, explicó.
Gómez Nieto afirmó que el proceso de escritura fue extenso y que en varios momentos consideró abandonar el proyecto. “Durante estos años cambié muchas veces de rumbo y me pregunté si valía la pena continuar. No renuncié y terminé el libro que podía escribir con mis recursos y conocimientos”, señaló.
El reconocimiento incluye la publicación de la novela, aunque los detalles no están definidos. “Todavía no está claro si habrá contrato con una editorial o si la publicación se hará directamente con la Biblioteca Nacional. Debo reunirme con ellos para conocer la ruta”, dijo. Se prevé que la publicación se realice en 2026, posiblemente durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
Nuestros dones tiene una extensión aproximada de 350 páginas y es una novela corta dividida en cinco secciones. Antes de presentarla al premio, Gómez Nieto trabajó el texto con el editor argentino Francisco Magallanes, en una clínica de escritura. “Me parecía importante tener lectores externos. El trabajo con un editor ayudó a revisar el texto y a hacer ajustes necesarios”, comentó.
“No es una obra escrita rápidamente. Ha tenido muchos procesos de lectura, corrección y reescritura”, señaló.