Al verlo en persona es un joven tranquilo y descomplicado, con un estilo que combina lo casual con lo rapero: camiseta de fútbol americano ancha de color azul y blanco, pantalones mochos que caen dos dedos por debajo de la rodilla, una gorra tipo teja de Red Bull llevada hacia atrás que le da un toque irreverente, y una cadena que refuerza ese aire callejero propio de la escena del rap. Pero al pisar un escenario se transforma, se vuelve agresivo e irreverente. Sus casi 160 centímetros de estatura demuestran que la talla no es lo que importa cuando se trata de plantársele de tú a tú a cualquiera en los escenarios. Y es que Gabriel Sánchez Poyales, más conocido como Gazir, es un freestyler español que parece condenado a triunfar en la escena. Ya fue campeón internacional de la Freestyle Master Series (FMS) en 2021 y también conquistó dos veces el máximo galardón en las nacionales de España de Red Bull Batalla (2021 y 2024), además de lograr bicampeonatos locales en FMS España (2020/2021 y 2023).
Estos logros le han dado, pese a ser parte de la nueva generación de improvisadores, el reconocimiento colectivo de la escena, que lo señala como uno de los mejores MC´s, como también se conoce a los exponentes de rap. Sus primeras batallas fueron inspiradas por las internacionales de 2015, protagonizadas por quienes hoy son sus rivales. Actualmente, tras un cambio en el formato del campeonato organizado por Urban Roosters, está disputando la FMS Colombia junto a otros nueve competidores, entre locales y extranjeros. Por ello decidió mudarse a Medellín por voluntad propia, para conocer de cerca la cultura colombiana.
El exponente, nacido en Asturias un 15 de diciembre de 2001, dialogó con EL COLOMBIANO y compartió los motivos que lo llevaron a competir en la liga colombiana, a radicarse en la capital antioqueña, planes a futuro, su deuda pendiente en el freestyle y detalles sobre su relación con su compatriota Chuty. Esto, tras la polémica final de la Red Bull Internacional 2024, donde ambos disputaron el título y, después de un error de veredicto por parte de la organización, se decidió otorgar el campeonato a ambos, decisión que dividió opiniones.
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Gabriel o Gazir, ¿cómo prefiere que le digan?
“Ambas me funcionan. Depende un poco del momento. Gabriel es el yo más personal, el que está con su gente, y Gazir es el que sube al escenario. A veces hay un puente entre los dos, pero conviven bien”.
Usted decidió radicarse en Medellín, ¿por qué hacerlo y no solo venir a competir?
“Quería adaptarme de verdad, integrarme y aprender. Antes venía, estaba tres días en un hotel, hacía el evento y al día siguiente me iba. Sentí que si quería seguir creciendo necesitaba un cambio en mi día a día. Pensé: si voy a competir aquí, ¿por qué no vivir aquí? Quería que mi mejora viniera de convivir con la cultura, de empaparme de todo”.
¿Cómo ha sentido la cultura colombiana?
“Muy variada y cercana. Solo conocía Bogotá y Medellín, pero ahora he recorrido el Eje Cafetero, el Caribe, el Pacífico... En todos lados la gente es acogedora: incluso quienes no saben quién soy hacen que me sienta bien recibido. La comida es increíble, y eso que vengo de España, donde también se come muy bien. Me encanta que cada región tenga su propia música y platos típicos”.
¿Qué le dejó la primera jornada de FMS Colombia, cómo le pareció el público y nivel de la liga?
“Fue un gran comienzo. Enfrenté a un chico más nuevo (Lil White), muy fresco y musical, y también a Filósofo, que es más experimentado y guerrero. Sentí que el nivel es alto y que me divertí muchísimo. Vine buscando reavivar la chispa que siento en el escenario, y desde la primera batalla ya estaba motivadísimo”.
Ya se le vio adoptando un poco el lenguaje propio local. Por ahí se le salió ya una frase costeña y todo...
“Sí, sí, sí, (risas)... Se me salió un ‘caremond**’ y todo ya que me tocaba con un costeño (Filósofo). Pero es eso, también es parte de lo que digo y que quiero ser consciente de dónde estoy compitiendo, de ser más flexible también, de hacer cosas más originales. Al final yo sé que tengo una faceta de mí en la que puedo subirme al escenario, hacer un tipo de batalla como muy controlada, y sé que puedo no fallar si voy a lo que hago siempre, pero ya desde que tomé la decisión del traspaso a Colombia ya acepté ese riesgo de algo distinto”.
Llama mucho la atención que haya elegido a Colombia entre tantas ligas, ¿qué lo llevó a tomar esa decisión?
“Cuando me preguntaban dónde competir fuera de España, yo decía que me fijaría en la lista de competidores más que en la liga. Este año, Urban Roosters me dijo: ‘En Colombia la mitad de los participantes van a ser campeones mínimo de una FMS, algunos de dos y otros campeones mundiales incluso’. Entonces, me llamó mucho la atención, quería un reto a la altura. Y la Liga de Colombia me parece que de 10 que somos, cinco somos campeones. Creo que entre todos hay más de 9 o 10 anillos de FMS, y los otros cinco son perfiles muy novedosos. Me parecía una liga con una lista increíble”.
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¿Cuál es ese cara a cara que Gazir, desde que firmó para FMS de Colombia, sueña con tener esa batalla?
“No hay un rival específico. Tengo ganas de enfrentar a todos, porque lo que quiero es reventar la FMS Colombia. Es un desafío conmigo mismo, demostrar que puedo competir fuera de España. Claro que hay nombres con los que ya tengo historia en una internacional, como Fat N o Valles T, con Larrix que vamos 1 a 1, entonces hay batallas ahí que sí son llamativas”.
¿Cuáles son esos freestylers que pese a su juventud lo han sorprendido? Que dices, “Ve, este tiene talante para en algún momento representar a su país en una Red Bull o en una World Series”...
“Pues, de aquí, bueno, a Lil White no lo conocía tanto y nos anunciaron que nos tocaba la primera jornada y yo ya iba por el hotel y todo el mundo me decía, ‘Mano, te toca uno durísimo’, (risas). Y luego sí me lo demostró, tuvo ahí algunos destellos increíbles y creo que se le ve eso, como los chispazos de talento, pero eso es buena señal porque le falta lo que se consigue con experiencia y lo que tiene es lo que o tienes o no. Entonces me parece un gran candidato. Y luego fue de extra player en la primera jornada un chico que se llama Yango que ganó su batalla, muy bueno también, de hecho le ganó a Skill, campeón de Perú”.
Veremos a Gazir más allá de las competencias oficiales, ¿animándose a ir a una plaza como la Villa de Aburrá?
“Bueno, mínimo quiero visitar, quiero vivir eso, aportar a la plaza seguro desde el lado en el que yo considere que le puedo aportar más yo a la plaza y también la plaza a mí. Entonces, seguro que sí. Aquí en Medellín ya me han comentado un par que son muy llamativas, que va mucha gente. El otro día estaba en Cartagena de vacaciones y me encontré dentro de la universidad de allí una batalla que estaban haciendo y nada, me asomé, me tiré un freestyle ahí y la gente también fue muy acogedora”.
Más allá de esa faceta como freestyler que todo el mundo te conoce, ¿qué otras facetas quisiera explorar en su vida?
“Me gusta crear contenido para mostrarle a la gente quién es Gazir fuera del escenario. Antes hacía reacciones y análisis de batallas, ahora prefiero menos cantidad y más calidad: documentales sobre mi proceso y el freestyle. También quiero probar la música, aunque no es mi prioridad ahora. Medellín está llena de estudios y productores, así que seguro me pasaré a experimentar. Y me interesa organizar eventos o apoyar a nuevos talentos como mentor o enlace entre ellos y las grandes ligas”.
Y en línea con eso, cuéntele a sus seguidores, ¿cómo es esa faceta de Gazir fuera de los escenarios?
“Un chico bastante tranquilo. Creo que realmente que es el escenario o la instrumental realmente lo que me forma, lo que me da ese chispazo y ahí sí que me vuelvo un poco más cabrón, me sale una maldad que me sorprende a mí mismo y me es como inevitable realmente. Porque yo me considero una persona bastante tranquila, un chico de pueblo de Asturias, mis amigos son los mismos de siempre, mis gustos son los mismos de siempre. Mi día a día, obviando la parte de que vivo ahora en el otro lado del mundo, es bastante normal, bastante cotidiano. Con ese pequeño asterisco de que si hay un instrumental y me pongo a improvisar o a batallar, pues como que se da un chispazo aquí y yo no puedo evitar que Gazir aparezca ahí”.
¿Cómo descubrió su talento para improvisar y comenzó esa pasión por el freestyle?
“Pues yo creo que en mi caso me había dado cuenta antes de que era muy ambicioso, muy competitivo, antes de conocer el freestyle. Y como que intentaba o era competitivo en otras cosas que no se me daban tanto, por ejemplo en el fútbol. Me gustaba mucho el fútbol, quería ser el mejor cada vez que jugaba, pero no se me daba, encima por unas lesiones que yo tenía en los pies no tenía ni siquiera recomendado jugar y eso ya me frustraba un poco de chaval. Entonces, en cuanto descubrí el freestyle, yo recuerdo que la primera batalla que vi fue de Dtoke contra Arcano, esa internacional, donde Arcano le quita la gorra a Arcano. Y paré después de que acabó la primera batalla y me puse yo a intentar improvisar, en plan de, “Vale, vale, esto ya tiene algo que me ha movido”. No duré como espectador ni cinco minutos porque ya me puse a probarlo y creo que es ahí donde pude como desahogar esa ambición y como que encontrar mi lugar. Sin saberlo, tampoco estaba en la búsqueda de lo mío y ahí como de rebote lo encontré”.
¿De dónde viene el A.K.A de “Gazir”?
“Quería algo diferente a Gabriel. La ‘Ga’ viene de Gabriel y las últimas letras de “cicatriz”, pero al revés. De recién nacido me operaron de los pies por el tendón de Aquiles y me quedaron cicatrices. Son las cicatrices que tengo de recién nacido y que las voy a tener para siempre, supongo. Entonces, me representaba tanto la cicatriz en sí como el concepto de una herida de la que puedes aprender, de esa marca que te dejó una enseñanza y lo quise juntar con mi nombre”.
Resulta curiosa la historia porque en las batallas los rivales suelen utilizar el argumento de su estatura para atacarlo. ¿Cómo lo asume?
“No me afecta para nada. El freestyle es agilidad mental, no física. Al final también por estas operaciones incluso probablemente soy un poco más pequeño de lo que hubiera sido de normal o hasta sobre todo calzo menos de lo que calzaría de normal. Y el freestyle a mí me ha servido para eso. Si en el colegio iba a haber cualquier pelea, yo prefería que fuera de ingenio verbal que a puñetazos porque probablemente si había que pegarse yo perdía, pero si había que insultarse yo ganaba. Entonces, también me sirve para eso el freestyle. Al final es el lugar perfecto para que te puedan tirar de tu estatura, de tu físico o de cualquier atributo que no sea el mental porque ahí lo que importa es tu agilidad, tu velocidad”.
¿Qué consejo da a los jóvenes colombianos que sueñan con el freestyle?
“Pues les diría que disfruten de los primeros momentos, de la ilusión que se tiene al principio. Al menos en mi caso yo me muevo muchísimo por la ilusión, por eso también cosas como venir a Colombia, como un nuevo inicio, algo que me motive: la primera batalla, el primer viaje, el primer freestyle en casa. Esfuércense para que lleguen las siguientes etapas, pero disfruten el momento”.
¿Qué piensa de Lokillo y su aporte a la escena del freestyle?
“A mí me parece un gran referente y también por lo que ha hecho, la cantidad de gente de otros perfiles que ha traído a la movida. Creo que al final, si toda la gente que está compitiendo es del mismo perfil, es muy probable que el público también sea el mismo tipo de gente, y yo creo que cuantos más seamos en esta movida mejor. El freestyle tiene lugar para todo y la aparición de gente como Lokillo pues suma muchísimo por ese lado. Lo que tú dices, ahora la tía o tu mamá a la que antes le decías, ‘Quiero ir a ver una batalla de raperos’, y te ponía mala cara, ahora te va a decir, ‘Ah, yo quiero ir a ver a Lokillo contra Filósofo’. Me parece un punto en común donde pueden encontrar a esa gente muy distinta y desde luego él es un personaje muy distinto a otros y encima muy bueno porque para mí en los años que estuvo en la escena mejoró mucho su nivel”.
¿Y se animaría a trovar? ¿Le gusta la trova? Eso es un tipo de improvisación muy antioqueña...
“Pues me da curiosidad, quiero probar. Aquí entre nosotros, de hecho para mi canal tengo pensado hacer algo aprendiendo a hacer trova, yendo a ver un poco cómo es la escena de trova. Me gusta mucho la improvisación, el duelo verbal, la batalla y creo que la trova tiene todas esas cosas igual que las batallas que hago yo. Entonces, sí, yo voy a probar, veré si de repente me gusta mucho, o si no me encaja, pero sí que voy a probar seguro”.
Sobre la final polémica de la Red Bull Internacional 2024 contra Chuty, ¿cómo lo vivió?
“Al principio fue un shock, yo no me creía lo que estaba pasando. Me sentía ganador antes del veredicto, pero lo grave fue el error en el conteo. No dimensioné lo que había pasado hasta semanas después. Fue doloroso porque ser campeón mundial de Red Bull es mi mayor sueño. Me dolió no tener la oportunidad de pelear ese desempate. Pero me dejó aprendizajes y buena asimilación por haber rechazado compartir el título y pelear por lo que creía justo. Tengo una espina clavada y seguiré luchando por ese sueño”.
¿Cómo es ahora su relación con Chuty tras ese incidente?
“Al final, yo creo que es imposible que no influya, porque creo que al menos hasta ese momento teníamos una relación buena dentro de que éramos las dos personas: nos encontrábamos en todas las finales, éramos los dos muy competitivos, cada victoria de uno o del otro le daba al orgullo ambos... Entonces había como rivalidad, pero una relación cordial dentro de esa rivalidad. Y ahora no es que haya una enemistad, yo me lo puedo cruzar por la calle y le saludo, comer en la misma mesa con él y le sigo respetando mucho su nivel y todo lo que ha hecho, pero sí es verdad que es normal que haya habido ese roce. Creo que al final él en ese momento tomó una decisión que a mí no me representa y yo supongo que tomé una decisión con la que él no estaba de acuerdo”.
¿FMS o Red Bull?
“Red Bull”.
¿Chuty o Aczino?
“Aczino”.
Mejor batalla de todos los tiempos
“Aczino vs. Wos en Madrid”
¿Mejor plaza?
“El Quinto Escalón en Argentina, aunque quiero comprobar las de Medellín”.