El fútbol colombiano cerró esta temporada no solo con campeones y cifras deportivas, también con una preocupante serie de episodios de violencia que han afectado la integridad de hinchas, jugadores, policías y la imagen misma del balompié nacional.
Las continuas campañas de fútbol de paz cada vez que hay un partido de alto calibre por parte de los jugadores o las recomendaciones de las autoridades y de los medios de comunicaciones siguen quedando en vano.
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La culminación de estos hechos fue la final de la Copa BetPlay (Copa Colombia), pero los actos violentos empezaron mucho antes y se repitieron en distintos escenarios del país durante el año.
17 de diciembre, final de la Copa BetPlay: invasión de hinchas y 61 heridos
Una de las jornadas alarmante de la temporada se vivió en el Estadio Atanasio Girardot de Medellín, cuando Atlético Nacional venció 1–0 a Deportivo Independiente Medellín en la final de la Copa BetPlay.
Tras el pitazo final, hinchas, especialmente seguidores del DIM, invadieron el campo de juego, arrojaron objetos, rompieron vallas y se enfrentaron, con armas, con otros aficionados y la fuerza pública, obligando a suspender la ceremonia de premiación y dejando un saldo de al menos 61 personas lesionadas, entre civiles y policías.
La violencia neutralizó lo que debía ser una celebración deportiva y desató la indignación nacional. Hasta hubo daños a los equipos de periodistas y amenazas y robos a los mismos.
16 de diciembre, disturbios en la final de la Liga BetPlay en Ibagué
Un día antes de la final de la Copa, hinchas del Deportes Tolima protagonizaron enfrentamientos con agentes policiales y se registraron agresiones en las graderías del Estadio Manuel Murillo Toro durante la final de la Liga BetPlay 2-2025, ante Junior. El equipo de Barranquilla fue el campeón tras un global de 4-0. Si bien los disturbios no alcanzaron la magnitud de los ocurridos en Medellín, evidenciaron tensión y confrontación entre aficionados y autoridades en un evento de alto perfil.
27 de noviembre – Ataque al bus del Junior en Itagüí
Previo a un encuentro en el municipio de Itagüí, donde Junior se enfrentaba a Atlético Nacional por razones de logística, el bus que transportaba al equipo barranquillero fue apedreado por grupos de hinchas, rompiendo ventanillas y dejando al asistente técnico con una lesión en el ojo por fragmentos de vidrio. Este hecho demostró que la violencia no solo ocurre dentro de los estadios, sino también fuera de ellos.
13 de noviembre, desmanes en el Estadio Jaime Morón de Cartagena
En un partido crucial del Torneo de Ascenso entre Real Cartagena y Real Cundinamarca, la frustración de parte de la afición local estalló en violencia en las gradas. Hinchas protagonizaron peleas internas, lanzaron de sillas y piedras. La policía tuvo que intervenir para controlar la situación, generando un clima de caos en el Estadio Jaime Morón.
Además, los desmanes derivaron en actos vandálicos en las vías alrededor del estadio e incluso agresiones a transporte público, lo que llevó a sanciones duras contra la barra Rebelión Auriverde Norte, incluyendo una prohibición de ingreso a los partidos durante dos años.
26, de agosto, peleas entre hinchas de Real Cartagena y Millonarios
El juego de la Copa Colombia 2025 entre Real Cartagena y Millonarios, ganado por el local 2-1, terminó empañado por un enfrentamiento entre hinchas en las cercanías del sector de la Villa Olímpica en Cartagena. En el altercado, una pareja resultó herida y hubo denuncias de hurtos y agresiones en el entorno del estadio.
Ese mismo mes, hinchas de Millonarios protagonizaron desórdenes en playas de Bocagrande (Cartagena) antes de un compromiso del equipo local, dejando varios policías heridos y poniendo de manifiesto la violencia alrededor incluso de actividades previas a los partidos.
27 de abril, Invasión de cancha de aficionados del Real Cartagena
El hecho violento se registró cuando hinchas del Real Cartagena invadieron el terreno de juego del Estadio Jaime Morón durante un partido frente a Jaguares, tras una remontada que desató la furia del público y desembocó en confrontaciones con fuerzas del orden.