Tiene mucho dolor y para estas aflicciones no hay pastilla. Lo único que cierra una herida como la que se abrió en la vida de Rute Cardoso, la esposa de Diogo Jota, es el tiempo. Pero la cicatriz con la que quedará por el resto de su existencia esta mujer de menos de 30 años dolerá siempre.
¿Cómo no? El amor de su vida, el hombre con el que se casó a finales de junio, salió de la casa donde estaban, junto a sus familias, para ir a trabajar y ‘la parca’ (personificación de la muerte), que nunca avisa, se le atravesó en un accidente de tránsito. De la alegría del buen cariño, pasó a sentir una tristeza profunda. Ambas emociones hasta el paroxismo.
Por eso el rostro desencajado, la mirada perdida, los ojos hinchados de tanto llorar, cuando salió de la morgue de Puebla de Sanabria, en Zamora, España, después de hacer la diligencia más difícil de su vida: reconocer el cuerpo quemado de su esposo y su cuñado, André Silva, un par de futbolistas portugueses que tenían todo por vivir.
En un video publicado por los medios españoles se ve a la mujer, que fue novia de Diogo Jota, una de las grandes figuras del Liverpool inglés, desde que eran adolescentes de 15 años en Oporto, la ciudad lusa que los vio nacer, crecer y cumplir los sueños de vida (en el club de la urbe debutó el fallecido delantero), se ve golpeada, alterada por la situación que vive.
Rute, mujer de cabello rizado, abundante y dorado, estaba pálida, como si no tuviera aliento. Por eso la llevaban una mujer y un hombre de la mano hacia el lugar donde estaba el vehículo en el que se transportaba. Se veía triste, pero no lloró en público.
Quien sí lo hizo fue una mujer de cabello naranja, también rizado, que por como iba, tan sumida en su dolor, parecía ser la madre de los futbolistas fallecidos. Ella parecía desconsolada. Ya en el carro, Rute se quebró. En las tomas se ve recostada en la parte de atrás de la silla delantera, llorando sin consuelo alguno.
¿Cuándo serán las honras fúnebres de Diogo Jota y su hermano?
La esposa, la familia, los amigos de Jota están destrozados. Enfrentar la muerte es difícil siempre. Sin embargo, es más complicado cuando llega sin aviso previo, de imprevisto, en un accidente. Por eso están tan golpeados. Pero aún no han vivido el momento más complicado: el de despedirse de sus seres queridos de manera definitiva.
Las honras fúnebres de Diogo Jota y su hermano se este sábado en Portugal. La ceremonia religiosa se hará en la Iglesia Matriz de Gomar y, posteriorment , sus retos serán llevados al cementerio de Oporto. Mientras todo eso pasa, los hinchas, excompañeros e incluso jugadores de equipos rivales en Inglaterra, han llevado flores en honor de los futbolistas a las afueras del estadio de Anfield. Los últimos que llegaron fueron representantes del Everton, rival de Liverpool.