Atlético Nacional atraviesa un proceso de reconstrucción con figuras jóvenes que han sabido ganarse el corazón de la afición verdolaga. Entre ellos, hay un nombre que brilla con fuerza propia: Marino Hinestroza. El extremo vallecaucano se ha convertido en el jugador más desequilibrante del equipo antioqueño gracias a su impresionante rendimiento en los últimos meses, en los que ha sido clave con goles, asistencias y actuaciones que lo han llevado incluso a recibir un llamado a la Selección Colombia de mayores.
Hinestroza es talento puro. Su capacidad de romper líneas, su visión en el último tercio y su atrevimiento en el uno contra uno lo han hecho destacar en un equipo que ha sufrido altibajos en el último tiempo. No son pocos los partidos en los que Marino ha sido la gran figura, convirtiéndose en el faro ofensivo de Nacional. Su irrupción ha devuelto la esperanza de volver a ver a un jugador local con el potencial de llegar a la élite del fútbol mundial.
Sin embargo, no todo ha sido positivo en su camino. A pesar de sus cualidades futbolísticas indiscutibles, Hinestroza ha sido blanco de críticas por ciertas actitudes dentro y fuera del campo. Desde gestos polémicos hasta decisiones impulsivas que han perjudicado al equipo, como la recordada expulsión frente al Internacional de Porto Alegre en la Copa Libertadores, el joven jugador ha mostrado que todavía hay aspectos de madurez y autocontrol que debe trabajar.
Quienes conocen el fútbol y su entorno saben que el talento por sí solo no basta. Es por eso que figuras de peso en el fútbol colombiano se han acercado a Marino para orientarlo. Uno de ellos es nada más y nada menos que Francisco ‘Pacho’ Maturana, leyenda viviente del fútbol nacional y actual dirigente en Atlético Nacional. Maturana, reconocido por su sabiduría y su don de liderazgo, decidió tener una charla profunda con el jugador, sabiendo que está ante un diamante en bruto que aún necesita ser pulido.
“Yo tuve la oportunidad de hablar con Marino, fui muy transparente, porque yo le dije que si yo quería hacer una apuesta en el fútbol por alguien, en ese momento, lo haría por él, pero necesitaba saber cómo tiene la cabecita”, reveló Maturana en una entrevista con Win Sports. En su conversación, le hizo énfasis a Hinestroza en la importancia de la humildad, de aceptar consejos y de aprender de los errores. “Uno no se las sabe todas”, le dijo con esa sabiduría de quien ya ha visto pasar generaciones enteras de futbolistas talentosos que no supieron canalizar su potencial.
Maturana también defendió aspectos positivos del jugador que a veces pasan desapercibidos. Recordó que, a pesar de la expulsión ante Inter, Marino mostró una actitud de compromiso que debe ser valorada. “Yo le dije que si miraba un partido de fútbol en cualquier dirección, el puntero tira el centro y vuelve caminando. Sin embargo, él hizo un pique en recuperación del balón, y eso lo valoraba y que lo hiciera toda la vida”, añadió el exseleccionador nacional, reconociendo que la actitud en el campo también habla del carácter de un futbolista.
La historia de Marino Hinestroza es la de un joven en plena ebullición, en el punto exacto donde el talento necesita dirección para no diluirse. Nacional ha apostado por él, y el país lo observa con esperanza. La pregunta no es si tiene lo necesario para triunfar, porque eso ya está claro. La verdadera pregunta es si sabrá rodearse, escuchar, aprender y controlar los impulsos que amenazan con desviarlo de su camino.
Porque si Marino encuentra el equilibrio entre su brillo futbolístico y su madurez personal, Colombia puede tener en él a una de las grandes joyas del futuro cercano. Y como bien dijo Maturana, apostarle a Marino hoy es creer que, con cabeza, humildad y trabajo, el cielo es el límite.
