Colombia quiere convertirse en una potencia regional en energías limpias, y Alemania será un socio clave en ese camino. A través de CatalHyst, un proyecto de cooperación colombo–alemana, se busca consolidar el ecosistema del hidrógeno renovable y posicionar al país como referente en la transición energética de América Latina.
Hubs de hidrógeno renovable en Atlántico, Bolívar y Valle del Cauca
La iniciativa ya comenzó a materializarse en el Atlántico, Bolívar y Valle del Cauca. Allí se están desarrollando hubs regionales que integran al sector público, privado y académico, con el objetivo de abrir oportunidades de inversión y generar nuevos encadenamientos productivos.
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“CatalHyst es un catalizador para la transición energética de Colombia. De la mano de la industria alemana, buscamos que el hidrógeno renovable y sus derivados sean una realidad y generen nuevas cadenas de valor y oportunidades de exportación”, explicó Karen Peralta Ballén, directora de la Cámara de Hidrógeno y Gases Renovables Andi–Naturgas.
En sus primeros meses, el proyecto ha logrado articular empresas, universidades y centros de investigación, además de promover asesoría técnica especializada.
También ha puesto en marcha iniciativas que apuntan a descarbonizar industrias altamente contaminantes como el acero, el cemento y la petroquímica, abriendo la puerta a un futuro más limpio y competitivo para Colombia.
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La cooperación entre Alemania y Colombia marca un paso decisivo para acelerar la implementación de la Hoja de Ruta del Hidrógeno de Colombia, que proyecta alcanzar una capacidad instalada de 16,5 GW hacia 2052.
Dentro de su estrategia energética, Alemania planea importar entre el 50% y 70% de su demanda de hidrógeno para 2030, lo que convierte a Colombia en un socio estratégico, gracias a su potencial renovable y su capacidad de integración industrial en las cadenas de valor globales.
El proyecto está liderado por la Confederación de Industrias Alemanas (BDI), reconocida como la voz del sector industrial alemán, aportando su experiencia y redes empresariales al proyecto. Como contraparte local, la Cámara de Hidrógeno y Gases Renovables Andi–Naturgas brinda conocimiento del contexto colombiano y facilita el acceso al ecosistema empresarial del país.
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Esta sinergia establece un marco de cooperación que:
- Facilita la transferencia de conocimiento y promueve el desarrollo de capacidades en la industria para identificar oportunidades comerciales.
- Impulsa proyectos faro e iniciativas estratégicas en los departamentos del Atlántico, Bolívar y Valle del Cauca.
- Sienta las bases para el desarrollo de hubs de hidrógeno con impacto local y regional.
De hecho, los avances de CatalHyst se presentaron en el Circuito H₂ Barranquilla, que reunió a más de 200 expertos nacionales e internacionales el pasado 4 de septiembre.
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Allí, representantes de la industria, la academia y el sector público pudieron conocer de primera mano cómo el proyecto se perfila como un catalizador de la transición energética, reafirmando la colaboración entre Alemania y Colombia para construir un sector competitivo de hidrógeno renovable, capaz de generar nuevas oportunidades industriales y acelerar la transición hacia una economía baja en carbono.
El aporte del hidrógeno a la economía de Colombia
La capacidad de producción de hidrógeno en Colombia se multiplicó por 12 en el último año, alcanzando las 416 toneladas anuales.
Según Mónica Gasca, presidenta ejecutiva de la Asociación Hidrógeno Colombia, en este periodo el país pasó de 28 a 36 proyectos, los cuales, de desarrollarse plenamente, podrían atraer inversiones cercanas a los 45.000 millones de dólares y generar alrededor de 30.000 empleos directos e indirectos.
El impulso del hidrógeno en Colombia abre además la puerta a nuevas cadenas de valor, fortaleciendo la economía y creando empleos de alta calidad. Según la hoja de ruta nacional, se proyecta una inversión de aproximadamente 5.500 millones de dólares y la generación de unos 15.000 puestos de trabajo durante la década 2020–2030.
Esta estrategia también se alinea con los compromisos del país de reducir las emisiones de CO2 en un 51% para 2030 y avanzar hacia la carbono neutralidad en 2050.
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El desarrollo del hidrógeno renovable permitirá disminuir entre 2,5 y 3 millones de toneladas de CO2 en la próxima década, además de promover la descarbonización de sectores de difícil abatimiento, como el transporte pesado, el marítimo y los procesos industriales con alta demanda energética.
El reto del hidrógeno verde en Colombia: bajar costos y atraer inversión
Uno de los principales desafíos del hidrógeno verde en Colombia sigue siendo su competitividad frente a los combustibles fósiles.
Hoy, producir un kilogramo de este combustible renovable cuesta entre 4 y 6 dólares, mientras que la meta para 2030 es acercarlo a 1,7 dólares.
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Para lograrlo, expertos coinciden en la necesidad de reducir los riesgos financieros y mejorar la infraestructura del sector. Esto requiere incentivos claros del gobierno, financiamiento estructurado y un marco normativo que genere confianza en los inversionistas, abriendo así la puerta a un mercado más competitivo y sostenible.