Seguramente a usted también le ha pasado que después de descubrir una palabra nueva la empezó a escuchar por todas partes. O que luego de comprarse unos tenis, vio que muchas personas llevaban los mismos. O que tan solo fue descubrir que su amiga estaba embarazada para que los productos de bebé se le aparecieran hasta debajo de las piedras.
Pero cada una de esas situaciones no son un asunto de mera coincidencia, se trata, más bien, del fenómeno Baader-Meinhof, “un sesgo cognitivo por el que nos volvemos más conscientes de algo tras conocerlo por primera vez, y que nos hace pensar que sucede con más frecuencia de la que realmente tiene”, dijo David Hand, profesor de Matemáticas del Imperial College de Londres, en una entrevista con DW.
Además, este fenómeno también es conocido como “ilusión de frecuencia”, un término acuñado por el profesor de Lingüística de la Universidad de Stanford, Arnold Zwicky, en 2005.
¿Por qué sucede?
Según explicó la periodista y activista por los derechos de las personas con discapacidad, Bárbara Anderson, en la revista Yo También, “porque el cerebro, que es flojo y le encanta ordenar todo por patrones para no andar etiquetando cada cosa desde cero, se activa cuando tenemos algo nuevo o aprendemos algo diferente, entonces la mente empieza a buscar lo que acaba de cargar en su disco duro y lo reconoce mucho más rápido que antes”.
Sin embargo, eso no es lo único, pues la ilusión de frecuencia es el resultado de dos procesos psicológicos.
El primero, que tiene que ver con la atención selectiva, es decir, con esa atención que nos hace que el ser humano se centre en aquello que es de su interés, y deje por fuera lo que no, y la cual “es clave para el aprendizaje y la memoria: sin ella, no lograríamos concentrarnos en algo”, comentó Hand.
Y el segundo, que tiene que ver con el sesgo de confirmación y con la ilusión de validez, que puede ejemplificarse así: usted compra un carro rojo, por ende empieza a ver más carros rojos en las calles y cree que es porque ese es el color de moda, cuando en realidad la cantidad de autos rojos no ha cambiado, pero como usted los sigue encontrando, confirma su creencia.
¿También es cuestión de atajos mentales?
En 1974, los psicólogos Amos Tversky y Daniel Kahneman publicaron una serie de ejercicios en la revista Science con los cuales demostraban, entre muchas otras cosas, que “la ilusión de frecuencia es un tipo de atajo mental que nos ayuda a tomar decisiones o realizar una tarea más rápido y con menos esfuerzo. Algo muy útil porque no siempre tenemos toda la información necesaria ni el tiempo para analizarla”.
Algo rebatible, según el director de The Decision Lab, Sekoul Krastev, ya que “debido a que son atajos imperfectos para resolver problemas, a veces nos llevan a cometer errores”.