Después de una semana de labores primordialmente manuales en búsqueda de víctimas y posibles supervivientes, finalmente este fin de semana ingresó la maquinaria amarilla a la zona de la tragedia en Granizal, donde se cumplió una semana de una de las peores tragedias en la historia del Valle de Aburrá, luego de que un movimiento en masa arrasara con todo un barrio y cobrara la vida, hasta ahora, de 25 personas, la última de ellas, una mujer identificada como Clarena Esther Oquendo, oriunda de Tierralta, Córdoba, y quien luchó por su vida, desde que fue rescatada, en el San Vicente Fundación, donde murió en la tarde de este lunes 30 de junio por la gravedad de sus lesiones.
Este martes 1 de julio continuarán las labores en la zona, principalmente en búsqueda de los ocho desaparecidos que restan por encontrar bajo la tierra. Según señaló el Dagran, las condiciones de la zona siguen siendo altamente complejas. Sobre el arrasado barrio en Granizal, en límites entre Bello y Medellín, cayeron más de 75.000 metros cúbicos de tierra, por lo que se necesitarán 10.700 volquetadas para removerla completamente. Hasta ahora han removido más de 40.000 metros cúbicos, con una amenaza latente que complica las labores, pues cerca de 20.000 metros cúbicos de tierra penden de manera inestable en la zona.
Para tener dimensión de lo que ocurrió en Granizal, en la tragedia del barrio La Gabriela, en Bello, ocurrida en 2010, se desprendieron cerca de 50.000 metros cúbicos de tierra, que borraron al sector Calle Vieja, matando a 84 personas. En El Socorro, en la Comuna 13, el deslizamiento que mató a 27 personas el 31 de mayo de 2008, removió 45.000 metros cúbicos de tierra.
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Pero es todavía más impactante si se tiene en cuenta que en la tragedia de Villatina, el peor desastre por deslizamiento ocurrido en Antioquia, cayeron 20.000 metros cúbicos de tierra que mataron a cerca de 500 personas.
En los registros, la de Granizal es la tragedia con mayor cantidad de metros cúbicos de tierra deslizados en el Valle de Aburrá, solo superada por la de Media Luna, en Santa Elena, donde un doble deslizamiento que movió prácticamente toda una montaña, mató en cuestión de horas a 100 personas en 1954, las primeras víctimas y luego a quienes acudieron a su rescate.
Las autoridades le pidieron a la comunidad que debe salir de la zona, un llamado reiterado ante la decisión de los vecinos y los propios afectados de participar en las labores de búsqueda de sus familiares y vecinos desaparecidos.
A la zona llegaron caninos de rescate, lo que sumado al apoyo de 400 personas y la maquinaria amarilla debería arrojar el hallazgo de las víctimas restantes para poder comenzar con nuevas labores en la zona, obras de mitigación principalmente, que permitan reducir el riesgo de nuevos movimientos en masa, o los llamados enjambres, cientos de pequeños deslizamientos que en cuestión de horas o días van moviendo cientos de metros cúbicos de tierra, ampliando la inestabilidad del terreno a zonas aledañas, algo que se busca ahora atender con urgencia toda vez que Granizal es uno de los más grandes asentamientos informales del país y lo que urge ahora es evitar que se repliquen nuevas emergencias en la zona.