Se creía que la relación entre el presidente Gustavo Petro y la canciller Laura Sarabia estaban mejorando tras la elección de la diplomática colombiana Laura Gil como secretaria adjunta de la OEA, en la que la Cancillería tuvo un papel estratégico para conseguir los votos suficientes en ese organismo. El mandatario celebró el triunfo compartiendo una foto de Sarabia y Gil abrazadas. Pero este martes, pocas horas después, volvió a desautorizar públicamente a la canciller.
“Ahí citaron la comisión asesora. No, yo soy el jefe de las relaciones exteriores de Colombia, dice la Constitución. Vamos a hablar con Xi Jinping de tú a tú, no como arrodillados y pondremos problemas que hay vigentes”, dijo el jefe de Estado, quien se refiere a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores para evaluar el ingreso de nuestro país a la Ruta de la Seda de China.
La Comisión Asesora de Relaciones Exteriores está integrada por senadores y representantes a la Cámara de las comisiones séptimas del Congreso. También están invitados los expresidentes y exministros de relaciones exteriores. Los expresidentes no asisten con frecuencia a estos encuentros, salvo el expresidente Ernesto Samper.
Petro ya había desautorizado a Sarabia sobre la posición frente las elecciones en Ecuador, ¿y Benedetti?
El presidente Petro ya había desautorizado a Laura Sarabia frente a otros asuntos de política exterior. Por ejemplo, los resultados de las elecciones en Ecuador. “Felicitamos al nuevo presidente de la República del Ecuador, Daniel Noboa. El hermano pueblo de Ecuador puede siempre contar con Colombia para trabajar juntos por una América Latina libre, soberana y en paz”, dijo entonces Sarabia.
Un día después, el mandatario colombiano la desautorizó. “El gobierno (de ese país) debe entregar las actas de cada mesa para ser verificadas. Hasta el momento me expresaré oficialmente”.
Según Petro, sus dudas frente a los resultados estarían sobre la presunta inseguridad que se vivió en algunas ciudades de Ecuador al momento de votar.
“Los informes que recibo son preocupantes. Leonidas Isa, excandidato indígena, fue detenido unos días antes. Las zonas de mayoría de la oposición fueron puestas bajo estado de sitio y control militar dos días antes de las elecciones. La dirección de las elecciones siempre estuvo bajo vigilancia militar directa y armada con rostros en capucha Cada mesa tuvo fuerte presencia militar uniformada y con armas. Hay veedores extranjeros que tuvimos que proteger porque tenían temor de no poder salir. Impidieron la salida del país de un veedor argentino”, dijo.