El presidente Gustavo Petro sancionó dos nuevas leyes destinadas a reforzar la protección animal en el país: la ley Ángel y la ley Lorenzo. Estas disposiciones aumentan considerablemente las penas para quienes cometan actos de crueldad contra los animales.
En contexto: Penas más duras por el maltrato animal: Ley Ángel fue aprobada en la Cámara y pasa a sanción presidencial
En adelante, quienes asesinen de manera intencional a un animal, lo agredan sexualmente o le causen lesiones de gravedad, enfrentarán penas de más de tres años de prisión.
Además, las sanciones económicas se endurecen: si el animal sobrevive con heridas graves, las multas irán de 15 a 30 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV); y si el resultado es la muerte del animal, la multa ascenderá entre 30 y 60 SMMLV.
Otra norma es que ya no se permitirán beneficios judiciales como la casa por cárcel o la libertad condicional para estos delitos.
La legislación también otorga a la Policía la facultad de ingresar a viviendas cuando haya indicios de que un animal está en peligro, y establece la implementación de una ruta de atención específica para casos de maltrato, así como un protocolo especial para aquellos animales que hayan sido víctimas del conflicto armado. Todo esto relacionado especialmente con la ley Ángel.
Ángel era un perrito que fue víctima de un brutal caso de maltrato animal y cuya historia impulsó el proyecto de la Ley Ángel en Colombia. La mascota falleció el 18 de febrero de este año y su caso conmocionó al país y puso sobre la mesa la necesidad de endurecer las penas contra los agresores de animales.
Fue encontrado el 12 de octubre de 2021 en el municipio de Saboyá, Boyacá, con el 80 % de su cuerpo despellejado. Al parecer, un hombre que tenía problemas con los propietarios del canino le causó la brutal acción. Pese a que sus dueños denunciaron la agresión ante la Policía, el responsable del atroz acto siguió en libertad.
Desde entonces, el canino enfrentó múltiples complicaciones de salud, incluyendo astenia cutánea, una condición en la que la piel se vuelve extremadamente frágil y propensa a lesiones, por lo que Ángel debía usar enterizos especiales en su cuerpo.
Además, en los últimos días, Ángel estaba monitoreado por sus veterinarios las 24 horas, pues estaba presentando fallas renales y hemorragias que no pudo resistir.
La senadora Andrea Padilla, autora de la Ley Ángel había afirmado que esta es “la reivindicación más importante del movimiento animalista en el país”.