El beisbolista asiático, de 31 años, firmó en 2024 un contrato por 10 años a cambio de 700 millones de dólares. El empresario Mark Walter, dueño de Los Dodgers, utilizó una estrategia de banco para convencer a Ohtani de firmar con su franquicia: le pagará la mayor parte de su contrato diferido a 20 años, como si fuera un crédito hipotecario.
Durante los 10 años que juegue Ohtani con el vigente campeón de la Serie Mundial, recibirá un salario de dos millones de dólares por temporada. De esa manera, al final del vínculo, recibirá 20 millones.
Los 680 restantes le serán cancelados en cuotas de 68 millones de dólares por año, hasta el 2043. Cuando le terminen de pagar el dinero de su contrato, Ohtani tendrá 49 años. Seguro no estará compitiendo en el alto rendimiento. Sin embargo, tendrá un salario fijo, como si aún estuviera activo.
Esa forma de convenio, que beneficia tanto al equipo –porque tiene mucho tiempo para reunir el dinero que le pagará al deportista–, es una suerte de “jubilación” para los deportistas que evitaría que en algún momento se queden sin recursos, como ocurría en los 90 con futbolistas colombianos, para solo poner un ejemplo cercano.
¿Llevarán el modelo a la NBA?
El acuerdo vence en 2028. Sin embargo, 57 millones de dólares del contrato le serán pagados a Freeman desde el final del vínculo hasta 2040. En ese tiempo Freeman recibirá, cada año, ingresos por 4.75 millones a pesar de no ser un deportista activo.
El trato fue aceptado por la Junta de Gobernadores de la NBA después de varias discusiones. Pagaron 10.000 millones de dólares. Es la venta más costosa de la historia de ese deporte. Walter, quien ahora es jefe de LeBron James, seguro llevará su modelo de contratación a largo plazo al baloncesto.