En los primeros 100 días del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha quedado claro que su segundo gobierno estará enfocado en su política migratoria. Los innumerables comentarios de índole denigrante contra los migrantes, las fuertes medidas de seguridad en la frontera con México, las redadas contra esta población incluso en ciudades santuario y las deportaciones –con cadenas y grilletes– como moneda de cambio con otros países, han sido la constante durante el centenar de días que el magnate republicano lleva en la presidencia estadounidense.
Y es que para el nuevo gobierno norteamericano, todo el que entre de manera ilegal a Estados Unidos ya es considerado un delincuente, frase que además recitan casi que calcada todos los funcionarios de Trump para justificar la inédita persecución a los indocumentados.
Es tan importante para el gobierno –cuya popularidad está a la baja– mantener la narrativa de “éxito” y “efectividad” de su política migratoria que para celebrar los primeros 100 días de mandato, los jardines de la Casa Blanca se llenaron de una inusual exhibición con carteles de los rostros de los que han sido catalogados como los “peores criminales inmigrantes ilegales”, que han sido arrestados durante este segundo mandato de Trump.
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Cada cartel está encabezado por la palabra “arrestado”, el rostro del detenido –sin identificar– y los crímenes de los que han sido acusados, como “asesinato”, “secuestro”, “violación”, “distribución de fentanilo”, “abuso sexual de menores”, “contacto sexual con un niño” o “actos lascivos frente a un menor”.
Y entre ese centenar de fotos están las de dos colombianos: José Herrera García, de 21 años, capturado por agresión indecente contra menor de 13 años; y Rafael Satizábal, con cargos por abuso sexual de menores.
Pero en ese “pasillo de la infamia” como también fue catalogada la exhibición, aparecen mujeres y hombres señalados de ser integrantes de pandillas como la Mara Salvatrucha de El Salvador, o el Tren de Aragua, de Venezuela. Lo inusual es que la gran mayoría de los “peores criminales inmigrantes ilegales” son latinos.
Por cuestionadas medidas como esta y otras 139 que ha tomado a través de órdenes ejecutivas, Trump no goza del relativo estado de gracia que suele acompañar los 100 primeros días de un presidente.
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Los sondeos de opinión son unánimes en señalar una caída de su índice de aprobación, alimentada por la inquietud que suscitan los aranceles y sus ataques al orden institucional.
Según un sondeo publicado el domingo por el Washington Post y ABC News, solo el 39 % de los estadounidenses “aprueba” la forma en la que Trump dirige su presidencia.
Así mismo, el 64 % de los encuestados cree que está yendo “demasiado lejos” en su intento de ampliar los poderes presidenciales. Sin embargo, en su burbuja, el magnate sigue creyendo que, hasta ahora, a punta de aranceles e intimidaciones a sus socios comerciales, y deportando migrantes, volverá a Estados Unidos “grande otra vez”.