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Jóvenes vestidos con trajes rojos y máscaras demoníacas, conocidos como Talcigüines, recorren las calles del municipio azotando simbólicamente a los asistentes, en una representación dramática de la eterna lucha entre el bien y el mal. Foto: XINHUA -
“Los Talcigüines”, cuyo nombre se deriva del náhuatl y se traduce como “hombres demonio”, son jóvenes que se visten con atuendos rojos y máscaras grotescas, representando a demonios o figuras del mal. Foto: GETTY -
Esta tradición, que se celebra principalmente en el municipio de Texistepeque, en el departamento de Santa Ana, en El Salvador. Los “Talcigüines” inician su recorrido por la mañana, azotando a quienes se cruzan en su camino, incluyendo a figuras que representan a Jesucristo y otros personajes bíblicos. Foto: XINHUA -
A pesar de su aparente violencia, “Los Talcigüines” es una tradición profundamente arraigada en la cultura salvadoreña, transmitida de generación en generación. Para los habitantes de Texistepeque, esta celebración es una forma de reafirmar su identidad cultural y de mantener viva una tradición que forma parte integral de su historia y su fe. Foto: XINHUA -
La tradición de “Los Talcigüines” es una representación dramática de la batalla entre el bien y el mal, un tema central en la Semana Santa cristiana. El azote simboliza el castigo del mal y la purificación de los pecados, mientras que la victoria final del bien representa la esperanza de la redención y la salvación. Foto: GETTY -
Para muchos, recibir el azote de un Talcigüín es una forma de purificación y renacimiento espiritual, en consonancia con el sentido profundo de la Semana Santa. Foto: GETTY
El Salvador celebra entre azotes la Semana Santa
En las calles empedradas de Santa Ana, El Salvador, la Semana Santa cobra un matiz único y profundamente simbólico con la tradicional celebración de Los Talcigüines, una manifestación cultural y religiosa que mezcla el fervor católico con las raíces indígenas del país.