Los mortales ataques que Israel lanzó contra instalaciones militares y nucleares en Teherán, que dejaron varios altos mandos de la Guardia Revolucionaria y científicos muertos en Irán, fueron presentados por el gobierno israelí como una acción preventiva frente al avance del programa nuclear iraní.
Irán se encontraba en una ronda de conversaciones nucleares con Estados Unidos, la cual la próxima estaba programada para el domingo. Las discusiones estaban estancadas en el tema del enriquecimiento de uranio iraní.
Este proceso, que permite aumentar la parte útil del uranio natural, que es la que sirve para generar energía, también puede escalarse para fabricar material bélico.
Por eso, el enriquecimiento de uranio es una actividad altamente vigilada por organismos internacionales como el OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica).
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La República Islámica enriquece actualmente uranio al 60%, muy por encima del límite del 3,67% acordado en el pacto de 2015, y cercano al 90% necesario para producir armas nucleares, según el OIEA.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, señaló en una entrevista con el Financial Times que, si bien “Irán no posee un arma nuclear de momento, posee el material”.
Irán había anunciado el lunes que su país presentaría “pronto” su propuesta para un posible acuerdo nuclear, tras recibir una oferta estadounidense que no convenció a Teherán.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, jefe negociador de su país, aseguró la semana pasada que la propuesta de Washington contenía “muchas ambigüedades”.
“Quieren enriquecimiento (de uranio), no pueden tener enriquecimiento” de uranio, sostuvo Trump.
Según la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump informó a Israel el lunes que envió a Irán una “oferta razonable”, sin más detalles.
Enemigos desde hace más de cuatro décadas, Irán y Estados Unidos han celebrado varias rondas de negociaciones desde abril, con la mediación de Omán, en un intento de concluir un acuerdo para impedir que Teherán se dote de armas nucleares.
La iniciativa tropezaba con la oposición de Israel, gran aliado de Estados Unidos y archienemigo de Irán.
Concretamente, Irán y Estados Unidos buscaban reemplazar el pacto histórico de 2015 entre Teherán y las potencias mundiales, que estableció restricciones a las actividades nucleares de Irán a cambio de un alivio de las sanciones económicas.
En 2018, Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo durante el primer mandato de Donald Trump.
Los países occidentales, liderados por Estados Unidos, y también Israel, acusan a Teherán de querer desarrollar armas nucleares.
Irán niega que tenga objetivos militares y defiende su derecho a un programa nuclear civil, sobre todo para la energía.
Alta tensión por posible escalada militar entre Israel e Irán
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió de que Israel “eliminaría” a sus enemigos tras realizar ataques aéreos contra las instalaciones militares y nucleares en Irán.
Según Katz, el ataque iba dirigido a los “implicados en el plan para destruir Israel, envía un mensaje claro y contundente: quienes trabajan para destruir Israel serán eliminados”.
Por su parte, Netanyahu confirmó que los objetivos incluyeron instalaciones nucleares y personas clave en el desarrollo de “bombas atómicas”. “Realizamos un ataque inicial con éxito y, con la ayuda de Dios, lograremos mucho más”, expresó.
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Pero lejos de intimidar a Teherán, los ataques parecen haber reforzado la postura del gobierno iraní. En un comunicado oficial, Irán aseguró que los bombardeos demuestran por qué necesita avanzar en el enriquecimiento de uranio y en el fortalecimiento de su poder misilístico.
“Uno no debe hablar a un régimen tan depredador si no es con el lenguaje de la fuerza”, dijo el gobierno iraní en un comunicado. “El mundo ahora entiende mejor la insistencia iraní en su derecho de enriquecer (uranio), a la tecnología nuclear y al poder misilístico”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abás Araqchi, prometió que su país responderá con contundencia a los ataques israelíes en su territorio.
“La respuesta de Irán a la agresión del régimen israelí será sin duda contundente”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní en un comunicado, que reportó una llamada entre Araqchi y el canciller italiano, Antonio Tajani.
Durante la conversación, el canciller iraní expresó que espera que la comunidad internacional y especialmente la Unión Europea condenen los bombardeos.
Araqchi calificó más temprano este ataque como una “declaración de guerra” y durante una conversación con su homólogo kuwaití, Abdulá Ali Al Yahya, calificó el ataque de “cobarde”.
“La República Islámica de Irán, con total determinación, tomará medidas para defender su soberanía, su pueblo y su seguridad nacional, y responderá con firmeza a la agresión ilegal y cobarde del régimen sionista”, declaró Araqchi durante la conversación, según la cancillería iraní.